Nuestro siguiente entrevistado ha sido recientemente nombrado jefe de Servicio de la Unidad Clínica de Gestión de Neumología y Alergia del Hospital de Jerez, además es coordinador del Área de Asma de la SEPAR. Si tenemos en cuenta que en torno al 5% de la población española padece asma -y de esta un 5-10% una variedad severa de la enfermedad que es la que consume más recursos sanitarios-, la labor de José Gregorio y su equipo es fundamental. "En el Hospital de Jerez nos ocupamos de todas las patologías que precisan hospitalización o seguimiento en consultas externas. Mi quehacer diario supone coordinar todo el equipo y especialmente me centro en pacientes asmáticos". Prueba de esta ocupación diaria es la creación de la Unidad Funcional de Asma, formada por un equipo multidisciplinar de profesionales médicos y de enfermería de las especialidades de Neumología, Otorrinolaringología y Alergología. "Para ello se cuenta con una actividad asistencial coordinada que beneficia el abordaje, tanto diagnóstico como terapéutico, de los pacientes más complejos".

La actividad asistencial se desarrolla como una actividad básicamente extra-hospitalaria realizada en consultas externas del centro: "Dentro de ella se cuenta con dos consultas monográficas de asma, de las cuales una está destinada al asma de control difícil, y otra actividad no programada destinada a pacientes que requieren atención preferente o urgente sin necesidad de ingreso hospitalario que se basa en la realización de consultas a demanda de los pacientes con alto riesgo de agudizaciones".

Desde hace unos años, se puso en marcha el análisis del esputo inducido como técnica diagnóstica no invasiva propia de centros terciarios y de excelencia en asma. "La intención es mejorar la precisión diagnóstica de los pacientes con asma grave y de mal control, caracterizar los fenotipos específicos de la enfermedad y el abordaje de diagnósticos diferenciales". Tanto es así que, mediante la incorporación en momentos puntuales de especialistas de psicología y pediatría, se ha conseguido: mejorar el control de los síntomas, calidad de vida y reducción de ingresos hospitalarios; un programa educativo para pacientes que incluye la adhesión a los tratamientos, herramientas de monitorización de la enfermedad y planes de acción contra el asma; mejorar el grado de accesibilidad al hospital del paciente con asma grave; y consolidar una línea de investigación propia aplicable a la salud de los propios pacientes.

La enfermedad del asma, además, es una de las patologías que, por su naturaleza intermitente, está poco controlada y tiene un seguimiento inadecuado. "Entre el 60% y 70% de los pacientes diagnosticados están mal tratados. El paciente con asma grave suele presentar una evolución clínica compleja con importante afectación de su calidad de vida", asegura Soto, y añade: "Las Guías y los Documentos de Consenso en Asma recomiendan atender a este tipo de pacientes en Unidades Especializadas con una valoración multidisciplinar y personalizada". Otro de los campos en expansión es la medicina de precisión. "En los últimos años se han identificado los genotipos o fenotipos que detectan tratamientos específicos. Esto, combinado con la revolución informática, ha permitido establecer vinculaciones genéticas con la mayoría de enfermedades neumológicas". De hecho, existen ya aplicaciones del uso de inteligencia artificial en el diagnóstico clínico, funcional e imagenológico de la EPOC y el asma, "así como en la monitorización remota de los pacientes, los avances en la interpretación de imágenes y de patología de las enfermedades intersticiales con el uso de Aprendizaje Automatizado (AA) y Aprendizaje Profundo (AP), entre otras".

José Gregorio se despide de nosotros facilitando una serie de recomendaciones en la salud respiratoria: "Llevar a cabo unos hábitos saludables, una alimentación sana y hacer ejercicio de forma regular, aportan beneficios en la prevención de las enfermedades respiratorias".

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