El significativo aumento de cánceres gastrointestinales de aparición temprana plantea nuevos desafíos sobre la prevención, el diagnóstico y el tratamiento efectivos, como se ha puesto de manifiesto en el Congreso de Cánceres Gastrointestinales de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO, por sus siglas en inglés) que se celebra estos días en ...
El significativo aumento de cánceres gastrointestinales de aparición temprana plantea nuevos desafíos sobre la prevención, el diagnóstico y el tratamiento efectivos, como se ha puesto de manifiesto en el Congreso de Cánceres Gastrointestinales de la Sociedad Europea de Oncología Médica (ESMO, por sus siglas en inglés) que se celebra estos días en Múnich (Alemania), enfocado a la presentación de avances y debates en torno a la prevención, el diagnóstico y el tratamiento de neoplasias malignas del tracto gastrointestinal.
Como se recuerda desde la ESMO, las neoplasias malignas gastrointestinales son responsables de uno de cada cuatro casos de cáncer y de una de cada tres muertes relacionadas con el cáncer a nivel mundial, siendo el cáncer colorrectal uno de los tres tipos de tumores más comunes y causando más de 900.000 muertes cada año.
Sin embargo, a los oncólogos europeos les preocupan los nuevos casos anuales de enfermedad de aparición temprana en personas menores de 50 años, que han aumentado un 51 por ciento desde la década de 1990. Si esta tendencia continúa, aparentemente asociada con un peor pronóstico en comparación con la enfermedad de aparición tardía, el cáncer colorrectal podría convertirse en el cáncer más mortal en el grupo demográfico de 20 a 49 años para 2030. No en vano, fueron diagnosticados 455.000 nuevos casos de cáncer colorrectal en Europa en 2022, incluidos 20.000 pacientes de entre 18 y 49 años.
Factores asociados
Al respecto, hay buenas razones para sospechar que, sobre todo, en los países con altos ingresos, los factores relacionados con el estilo de vida, como la dieta occidental, la baja actividad física o el uso de antibióticos, desempeñan un papel, aunque estas hipótesis aún deben confirmarse científicamente.
Ante este panorama, el presidente de ESMO, Andrés Cervantes, destacó la importancia de comprender mejor las características de este grupo demográfico de pacientes jóvenes, así como los factores de riesgo a los que están expuestos para ayudar a diseñar estrategias efectivas para la prevención y la detección temprana.
Diagnóstico en fases avanzadas
Las investigaciones que se están presentando en el Congreso de la ESMO en Múnich tienden a confirmar que a los pacientes jóvenes con cáncer gastrointestinal se les suele diagnosticar estos cánceres en fases más avanzadas.
Con respecto al cáncer de páncreas este muestra un comportamiento más agresivo, lo que se traduce en peores resultados entre los individuos más jóvenes. Mientras, en el ámbito de los cánceres del tracto biliar, los pacientes jóvenes con metástasis parecen tener un mejor pronóstico que sus homólogos de más edad, ya que es más probable que presenten alteraciones genéticas procesables en sus tumores, lo que les permite optar a terapias personalizadas.
Por otra parte, los riesgos hereditarios de cáncer, como el síndrome de Lynch, aumentan la probabilidad de aparición temprana de la enfermedad, pero estos solo representan una minoría de los casos diagnosticados, tal como se indicó.
"Existe un problema de prevención y cribado en el ámbito gastrointestinal, donde el cumplimiento de las indicaciones a someterse a análisis de heces o colonoscopias es inferior al 30% en toda Europa, frente a la adherencia al cribado del cáncer de mama, que es dos o tres veces mayor", afirmó al respecto, el Dr. Cervantes, quien instó a realizar esfuerzos educativos y colaboración con los médicos de atención primaria para mejorar la conciencia y la aceptación.