A pesar de los avances terapéuticos y de la implementación de guías de práctica clínica, el 50% de las personas con asma no alcanza el control deseable. Esta circunstancia impacta de manera considerable en la calidad de vida de quienes viven con ella. Mejorar el abordaje asistencial de estos pacientes es clave para el Sistema Nacional de Salud. Así se ha planteado durante la presentación del proyecto `Inspira. Eliminando barreras en asma grave´, promovido por el Observatorio de Salud (OdS) y GSK, con el apoyo del Instituto Nacional de Asma Grave (INAG).

Aunque existe un amplio conocimiento con respecto al tratamiento del asma, la variante más grave de la enfermedad supone un problema de salud pública debido a su complejidad diagnóstica, las dificultades en su manejo y su impacto físico, emocional y social. Por ello, el objetivo de este proyecto es el de sensibilizar sobre los desafíos a los que se enfrentan los pacientes y los profesionales sanitarios. En este sentido, las unidades de Asma Grave son claves en la gestión de esta patología. Así lo han evidenciado los autores del documento Inspira. Eliminando barreras en Asma Grave, que ha sido compartido durante el encuentro.  

Durante la presentación, también se ha hecho público el Manifiesto de Unidades de Asma Grave. Ambos documentos, elaborados por un grupo de profesionales, expertos y pacientes de todo el territorio nacional, y que cuenta con el apoyo del INAG, recogen las principales necesidades entorno a esta patología, así como una serie de medidas clave para avanzar en su diagnóstico y abordaje. 

El director general de Salud Pública y Equidad del Ministerio de Sanidad, Pedro Gullón Tosio, ha destacado los retos actuales en el manejo del asma grave. ´Retos en materia de prevención y en la necesidad de avanzar para tener las mejores unidades clínicas´. Con el fin, ha señalado, de evitar las consecuencias de vivir con asma. En este sentido, para Gullón es fundamental el trabajo realizado por las sociedades científicas con la puesta en marcha de las unidades de asma grave.

Por su parte, la presidenta y consejera delegada de GSK, Cristina Henríquez de Luna, ha recordado que el asma grave supone "un desafío diario para quienes la padecen", pero gracias a los esfuerzos colectivos y a la innovación en el campo de la salud, "hoy estamos remarcando la importancia de un gold standard asistencial en el abordaje de esta patología". El compromiso de GSK con la mejora continua y la innovación en la atención sanitaria es constante. "Creemos firmemente que la colaboración entre los sectores público y privado, la academia y los profesionales de la salud es fundamental para avanzar", ha señalado. 

Para Patricia del Olmo, presidenta del Observatorio de Salud (OdS), es fundamental "avanzar hacia un correcto diagnóstico y abordaje de una patología de un gran impacto sanitario y económico para el sistema nacional de salud. El proyecto Inspira busca derribar las barreras identificadas por los expertos y profundizar en una mayor coordinación y asistencia, con las Unidades de Asma Grave como pilar fundamental". 

En el documento, los expertos destacan que las unidades de Asma Grave son "pilares clave del sistema para mejorar la calidad de vida de los pacientes con asma grave, proporcionando protocolos actualizados, acceso a terapias innovadoras, educación sobre la enfermedad de todas las partes implicadas y coordinación eficiente entre los diferentes profesionales de la salud que intervienen en cada proceso". Pese a ser unidades especializadas, explican, el acceso no es equitativo ni igualitario debido a su ubicación geográfica, por lo que es "prioritario" una distribución estratégica a lo largo de todo el territorio español, para garantizar la eficacia y optimización de este trabajo multidisciplinar y especializado, ofreciendo una óptima atención a los pacientes, así como un mejor aprovechamiento de los recursos sanitarios.

A juicio de los expertos "es imprescindible contar con el respaldo de la Administración Sanitaria, por cuanto ostenta las competencias en materia de financiación, planificación, organización, dirección, control y coordinación de los recursos sanitarios disponibles". En este sentido, existe absoluta coincidencia entre todos los expertos y organizaciones de pacientes en la necesidad de avanzar en una acción coordinada que implique al Estado y a las comunidades autónomas respecto a las Unidades de Asma Grave y el papel fundamental que desempeñan en términos de equidad. En concreto, inciden en el acceso al diagnóstico precoz, a un eficaz control de la enfermedad, a la innovación científica, a tratamientos de última generación, así como a todos los recursos disponibles que el sistema puede ofrecer a los pacientes. En este sentido, apuntan a la labor que desempeñan las sociedades científicas en cuanto a la acreditación y a la distribución territorial de estas unidades. "De manera coordinada entre todos los agentes implicados", insisten, se podrá continuar avanzando en la implementación de estas y en la normalización del trabajo en red, "que garantice la equidad en el acceso a la calidad asistencial que representan". 

Estos especialistas subrayan, por tanto, que el rol de la administración sanitaria es fundamental por cuanto debe asegurar la calidad, la accesibilidad y la sostenibilidad de las unidades de Asma Grave, y así mejorar los resultados de salud para los pacientes con asma grave en todo el país.

Un plan de actuación integral

Para la Federación Española de Asociaciones de Pacientes Alérgicos y con Enfermedades Respiratorias – FENAER-, es imprescindible contar con "un plan de actuación integral que garantice la equidad en la asistencia y en el acceso a los mejores tratamientos a todos los pacientes, independientemente del lugar donde residan". En este contexto, los expertos coinciden en generar una Red de unidades de Asma Grave por todo el territorio nacional, y reforzar su presencia en aquellas zonas en las que actualmente hay un menor desarrollo. 

Aproximadamente el 4% de la población asmática adulta vive con asma grave no controlada, lo que supone el empeoramiento importante de su calidad de vida. Todos los expertos y asociaciones de pacientes consultados abogan en la pertinente necesidad de que el Ministerio de Sanidad impulse la formulación de un Plan Nacional de Asma que incluya un subtipo específico de asma grave, al igual que se ha hecho con otras patologías (EPOC, Diabetes, Cáncer, Enfermedades Raras, Neurodegenerativas, Ictus…) con el fin de identificarla como enfermedad estratégica por parte del Sistema Nacional de Salud (Consejo Interterritorial del SNS). 

Impacto económico del asma

Los datos hablan por sí solos. El manejo del asma implica costes asociados como los relacionados con los medicamentos, visitas al hospital, pruebas, pérdida de productividad, etc. De este modo, según las estimaciones que reflejan los expertos, el coste adicional indirecto del asma grave se estima entre 600 y 2.700 millones de euros, lo que supone entre el 30 y el 50% del coste total de la enfermedad.

Con todo, insisten en las oportunidades de mejora a nivel organizativo, de humanización, en el diagnóstico y control y abordaje terapéutico. Una oportunidad para seguir avanzando en la excelencia sanitaria y en los resultados en salud.