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Describen un tipo de muerte celular programada, ferroptosis, en los hepatocitos del hígado viejo

El deterioro del hígado, causado por el estrés y el envejecimiento, puede desencadenar enfermedades graves y fallos orgánicos. Ello se puede evitar con técnicas que logren rejuvenecerlo y, de esa forma, contribuir a prevenir la progresión de patologías hepáticas severas.

03/07/2024

Si bien el hígado es uno de los órganos más resistentes del organismo, sigue siendo vulnerable a los estragos del estrés y el envejecimiento, lo que provoca enfermedades, cicatrices graves y fallas. Un equipo de investigación dela Escuela de Medicina de la Universidad de Duke en Carolina del Norte (EEUU) ...

Si bien el hígado es uno de los órganos más resistentes del organismo, sigue siendo vulnerable a los estragos del estrés y el envejecimiento, lo que provoca enfermedades, cicatrices graves y fallas. Un equipo de investigación dela Escuela de Medicina de la Universidad de Duke en Carolina del Norte (EEUU) podría haber encontrado la forma de hacer retroceder el tiempo y restaurar el hígado. 

El envejecimiento del hígado es un factor de riesgo clave para ciertas patologías como la cirrosis entre quienes han sido diagnosticados con enfermedad hepática no alcohólica, conocida como enfermedad hepática esteatósica asociada a disfunción metabólica o MASLD. Uno de cada tres adultos en todo el mundo padece dicha enfermedad. En concreto, los investigadores se propusieron comprender cómo la enfermedad hepática no alcohólica se convierte en cirrosis, y cuándo la cicatrización puede provocar insuficiencia orgánica.

El estudio, publicado en ´Nature Aging´, "demuestra que el envejecimiento es al menos parcialmente reversible", afirmó la autora principal, la Dra. Anna Mae Diehl, profesora de medicina en la Facultad de Medicina de Duke. Al respecto, los investigadores lograron identificar cómo el proceso de envejecimiento provoca la muerte de ciertas células hepáticas. Seguidamente, pudieron revertir el proceso en ratones con un fármaco en investigación.

Al estudiar el hígado de estos animales, los investigadores identificaron una firma genética característica de los hígados viejos. En comparación con los jóvenes, los órganos viejos tenían una gran cantidad de genes que se activaban para provocar la degeneración de los hepatocitos, las principales células funcionales del hígado. Tras analizar tejido hepático humano,  descubrieron que los hígados de personas diagnosticadas con obesidad y MASLD portaban la firma, y ​​cuanto peor era su enfermedad, más fuerte era la señal.

"Hemos descubierto que el envejecimiento promueve un tipo de muerte celular programada en los hepatocitos llamada ferroptosis, que depende del hierro", afirmó la Dra. Diehl. "Los factores de estrés metabólicos amplifican este programa de muerte, aumentando el daño hepático", añadió.

Los investigadores alimentaron a ratones jóvenes y viejos con dietas que les provocaron MASLD. Luego les dieron a la mitad de los animales un fármaco placebo y a la otra mitad un fármaco llamado Ferrostatina-1, que inhibe la vía de muerte celular.

Al analizarlos después del tratamiento, se observó que los hígados de los animales que recibieron Ferrostatina-1 parecían biológicamente hígados jóvenes y sanos, incluso en los animales viejos que fueron mantenidos con la dieta que les indujo la enfermedad.

"Esto es esperanzador para todos nosotros", según manifestó la Dra. Diehl. "Es como si tuviéramos ratones viejos que comieran hamburguesas y papas fritas, y nosotros hiciéramos que sus hígados fueran como los de los adolescentes".

Dicha investigadora explicó que el equipo también analizó cómo el proceso de ferroptosis en el hígado afecta la función de otros órganos, que, a menudo, se dañan a medida que avanza la MASLD. La firma genética pudo diferenciar entre corazones, riñones y páncreas enfermos y sanos, lo que indica que los hígados dañados amplifican el estrés ferroptótico en otros tejidos.

"Hemos podido demostrar que el envejecimiento exacerba la enfermedad hepática no alcohólica al crear estrés ferróptico y, al reducir este impacto, podemos revertir el daño", concluyó la Dra. Diehl.

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