En la actualidad se conocen distintos tipos de células T comunes. Las células T colaboradoras son un tipo de glóbulos blancos que constituyen una parte importante del sistema inmunitario. Reconocen patógenos y regulan la respuesta inmunitaria. Muchas enfermedades inmunomediadas son causadas por un funcionamiento anormal de las células T. En ...
En la actualidad se conocen distintos tipos de células T comunes. Las células T colaboradoras son un tipo de glóbulos blancos que constituyen una parte importante del sistema inmunitario. Reconocen patógenos y regulan la respuesta inmunitaria. Muchas enfermedades inmunomediadas son causadas por un funcionamiento anormal de las células T. En las enfermedades autoinmunes, como la esclerosis múltiple, atacan por error partes del cuerpo como si fueran patógenos. En el caso de las alergias, las células T reaccionan de forma exagerada a sustancias inofensivas del entorno, como el polen.
Al respecto, estudios recientes han demostrado que también existen otros tipos más raros y especializados de células T, y que podrían estar relacionadas con enfermedades inmunomediadas.
Precisamente, investigadores dirigidos por Yasuhiro Murakawa en el Centro RIKEN de Ciencias Médicas Integrativas (IMS) y la Universidad de Kioto en Japón e IFOM ETS en Italia han descubierto varios tipos raros de células T auxiliares que están asociadas con trastornos inmunológicos como la esclerosis múltiple, la artritis reumatoide e incluso el asma.
Los hallazgos, difundidos a través de ´Science´, fueron posibles, según exponen los autores, gracias a una tecnología recientemente desarrollada que denominaron ReapTEC, que identificó potenciadores genéticos en subtipos raros de células T que están vinculados a trastornos inmunológicos específicos. El nuevo atlas de células T está disponible públicamente y podría ayudar en el desarrollo de nuevas terapias farmacológicas para enfermedades inmunomediadas.
Tras analizar cerca de un millón de células T humanas, encontraron varios grupos de tipos raros de células T, que representan menos del 5% del total. Al aplicar ReapTEC a estas células, identificaron casi 63.000 potenciadores bidireccionales activos. Para averiguar si alguno de estos potenciadores está relacionado con enfermedades inmunitarias, recurrieron a estudios de asociación del genoma completo (GWAS), que han informado de numerosas variantes genéticas, llamadas polimorfismos de un solo nucleótido, que están relacionadas con diversas enfermedades inmunitarias.
Cuando los investigadores combinaron los datos del GWAS con los resultados de su análisis ReapTEC, descubrieron que las variantes genéticas de las enfermedades inmunomediadas a menudo se encontraban dentro del ADN potenciador bidireccional de las células T raras que habían identificado. Por el contrario, las variantes genéticas de las enfermedades neurológicas no mostraron un patrón similar, lo que significa que los potenciadores bidireccionales de estas células T raras están relacionados específicamente con las enfermedades inmunomediadas. Al analizar los datos con mayor profundidad, los investigadores pudieron demostrar que los potenciadores individuales de ciertas células T raras están relacionados con enfermedades inmunitarias específicas.
En total, entre los 63.000 potenciadores bidireccionales, pudieron identificar 606 que incluían polimorfismos de un solo nucleótido relacionados con 18 enfermedades inmunomediadas. Por último, los investigadores pudieron identificar algunos de los genes que son el objetivo de estos potenciadores relacionados con enfermedades. Por ejemplo, cuando activaron un potenciador que contenía una variante genética relacionada con la enfermedad inflamatoria intestinal, el ARN potenciador resultante desencadenó la regulación positiva del gen IL7R .
"A corto plazo, hemos desarrollado un nuevo método genómico que puede ser utilizado por investigadores de todo el mundo", afirmóel prof. Murakawa. "Usando este método, descubrimos nuevos tipos de células T auxiliares, así como genes relacionados con trastornos inmunológicos. Esperamos que este conocimiento conduzca a una mejor comprensión de los mecanismos genéticos subyacentes a las enfermedades inmunomediadas humanas".
A largo plazo, los investigadores creen que los experimentos de seguimiento podrán identificar nuevas moléculas que puedan usarse para tratar enfermedades inmunomediadas.