Siguieron adelante las terceras jornadas organizadas por la Asociación Sarcomas Grupo Asistencial (ASARGA) en el salón de actos Hospital Clínico San Carlos (HCSC) de Madrid para conocer de la mano de varios oncólogos especialistas el abordaje farmacológico actual de los sarcomas, tanto en primeras líneas como en seguimiento. El acto, que contó con el apoyo de las compañías Roche y Boehringer, se centró en esta sesión en los fármacos más usuales en sarcomas y otros tumores, sin dejar de menciona, tampoco, los actuales déficits terapéuticos.

Dr Antonio Casado

La segunda mesa, que se centró precisamente en esas carencias actuales para la investigación de los sarcomas, fue dirigida por el doctor Antonio Casado, oncólogo médico del HCSC, especialista que también fue ponente para explicar, en su caso, los tratamientos de mantenimiento de los pacientes con sarcoma. Unas terapias que, según explicó, pueden ir de los seis meses a los tres años después de que el paciente haya tenido respuesta al tratamiento inicial. Con protagonismo, principalmente, de trabectedina usado con la antraciclina doxorrubicina.

Para pasar a detenerse en el fármaco alaratumab que se muestra eficaz en tumores avanzados, también con doxorrubicina. Sin haber logrado buenos resultados, por otro lado, con pazopanib. Aspecto que llevó a concluir este ponente que, a pesar de haber habido algunos lanzamientos hasta 2021, el tratamiento de mantenimiento en sarcomas es poco estimulante hasta la fecha.

Así mismo, y como otras carencias, Casado encontró difícil hallar recursos para investigar, junto a una evidente falta de biomarcadores y que todavía no se hayan valorado las posibilidades de los tratamientos con inmunología para estos tumores, como los tumores de los músculos lisos (leiomiosarcomas) y algunos uterinos.

Dra Marina García

Con buen ánimo para empezar su quinto año de residencia el próximo mes de septiembre en el hospital madrileño, Marina García, también tomó como punto de partida el uso de doxorrubicina en este tipo de cáncer, y de gran profusión en mama y endometrio, además de osteosarcomas y sarcomas de partes blandas. Al tener presente que la preocupación de la administración de esa antraciclina en monoterapia es algo bastante común en las segundas consultas de los pacientes. Un fármaco que practica el arresto del ciclo celular y motiva la apoptosis. Aunque también genera cardiotoxicidad por daño del ADN mitocondrial y liberación de radicales libres. De lo que se deducen arritmias, taquicardias sinusales y cambios en el electrocardiograma.

Se remontó a un estudio de doxorrubicina con dacarbacina fechado en 1972, sin ventaja de supervivencia libre de progresión ni global, frente a mejores experiencias con ifosfamida en las dos últimas décadas del siglo pasado, con unas tasas de respuesta superiores al 65%, sin beneficio en supervivencia global pero sí en supervivencia libre de progresión, que subió de 4,6 a 7,4 meses, magnitud esta que consideró más adecuada para conocer la eficacia de los antitumorales en ensayos clínicos. Aunque la combinación dio mayor incidencia de eventos adversos, como matizó García.

Siendo la última tendencia el uso combinado a seis ciclos de doxorrubicina con trabectedina como alternativa de mayor beneficio a largo plazo y una supervivencia libre de progresión de 12,2 a 33 meses, como superación de los 5,6 meses en monoterapia, dando menos sintomatología tumoral y más opciones a la cirugía.

Dra Claudia Valverde

La doctora Claudia Valverde, oncóloga especializada en sarcomas del Hospital Vall d´Hebron, apreció igualmente pocos lanzamientos o indicaciones para los sarcomas en las últimas décadas. Tumores que antes (2005, 2006) tenían una supervivencia media de 1,5 años y hoy suben esa mediana a los dos años, a la vez que también existen largos supervivientes. Con objetivos como aumentar la supervivencia libre de progresión en una mejor gestión al presente y atención a las posibles metástasis. Dentro de una práctica actual que sigue administrando fármacos a pesar de que la enfermedad esté en progresión. Con el ejemplo de una paciente con sarcoma de las células grasas (liposarcoma) que desarrolló recidiva en corazón, páncreas y región paravesical, pero que pudo entrar en ensayo clínico, ser intervenida con éxito en todos los focos tumorales, mostrarse libre de progresión, descansar un año de medicación y seguir viva al presente.

En lo tocante a la investigación, la oncóloga vio espacios de mejora para la comunicación entre centros y profesionales, a pesar de ser evidente una mayor capacidad de comunicación y trabajo en red. Ahora que hay esfuerzos públicos y privados para optar a mejores vías de intercambio de información con RWD y RWE. Porque hoy no hay ni un registro central del cáncer ni se lleva cuenta de los usos compasivos de los medicamentos. Mientras muchos subtipos de sarcomas quedan fuera del gold standard de los ensayos clínicos. A la vez que la regulación europea de protección de datos constriñe la investigación al tiempo que la UE optimiza su nuevo documento de consentimiento informado.

Finalmente, la doctora Valverde consideró necesaria una mayor introspección dentro de los comités interdisciplinares del cáncer para avanzar con paso firme en calidad. En un momento en el que las nuevas generaciones de clínicos se resisten a la sobrecarga de trabajo padecida por los médicos más veteranos. Reflexión que llevó a esta experta en sarcomas a pedir, complementariamente, más tiempo protegido para la investigación y algún tipo de incentivo para esta actividad, dando por hecho que difícilmente será retributivo.

Mayte Deus

Por otra parte, y como anfitriona principal del encuentro, Mayte Deus, presidenta de ASARGA, lamentó la falta de formalidad de algunos grupos políticos que primero confirman su asistencia y luego ni aparecen ni cogen las llamadas.