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La necesidad de modernizar y seguir renovando el parque tecnológico sanitario no se resuelve solo con el Plan INVEAT 

La necesidad de abordar la obsolescencia de las tecnologías sanitarias no cubiertas por el ya concluido Plan INVEAT ha sido puesta de manifiesto por Fenin desde donde se ha ofrecido este martes un balance de lo que ha supuesto esta iniciativa pionera a la que se han destinado casi 800 millones de euros de fondos europeos. Asimismo, sus responsables han hecho público un nuevo documento de situación y propuestas que incluye un decálogo con diez acciones clave para mantener el adecuado nivel de renovación tecnológica en el sistema sanitario.

09/07/2024

El  Plan de Inversiones en Alta Tecnología (Plan INVEAT), dotado con 796 millones de euros de fondos europeos, ha permitido en el período 2021-2023 renovar o implantar cerca de 850 equipos de alta tecnología en los hospitales públicos españoles. Una vez concluido dicho plan, desde la Federación Española de Empresas ...

El  Plan de Inversiones en Alta Tecnología (Plan INVEAT), dotado con 796 millones de euros de fondos europeos, ha permitido en el período 2021-2023 renovar o implantar cerca de 850 equipos de alta tecnología en los hospitales públicos españoles. Una vez concluido dicho plan, desde la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin) se ha ofrecido este martes, ante los medios de comunicación, un balance de lo que ha supuesto dicha estrategia, acompañado de un estudio de situación y de propuestas  (ver a pie de pág.) para la renovación de tecnologías sanitarias, dando continuidad a los informes de Perfil Tecnológico Hospitalario elaborados desde hace años por esta entidad.

Para la presentación del nuevo documento se ha contado con la participación del secretario general de Fenin, Pablo Crespo, acompañado por el coordinador del Sector de Tecnologías y Sistemas de Información Clínica, Carlos Sisternas, y Francisco Vázquez, presidente del Sector de TySIC de Fenin. Asimismo, en representación de la profesión sanitaria ha participado la presidenta de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM), Dra. Milagros Otero.

De los datos difundidos, correspondientes a 15 tecnologías estratégicas y habituales, tanto del sector público como privado, se extrae que el porcentaje de equipos `nuevos´ en hospitales públicos y privados se eleva ahora al 42% del total, mientras que un 25 por ciento cuenta entre 5 y 10 años. Asimismo, un 33% todavía supera el umbral límite recomendado de los diez años, si bien este dato supone una reducción del 25% respecto al registrado en 2021.

Pese a los avances logrados gracias al Plan INVEAT, los ponentes coincidieron en subrayar que aún existe una gran necesidad de modernizar y seguir renovando el parque tecnológico sanitario público. En concreto, como se detalló, en aquellos grupos equipamientos tecnológicos que no han sido cubiertos por dicho Plan y los denominados "equipos satélites" que son fundamentales en el empleo de equipos principales: sistemas de comunicación y archivo de imágenes (PACS) y sistemas de infusión, entre otros.

Desde el punto de vista de Carlos Sisternas, coordinador del Sector de Tecnologías y Sistemas de Información Clínica, "el Plan INVEAT ha supuesto la mayor inversión en la historia de España en equipos de tecnología sanitaria y, por tanto, ha cambiado el panorama tecnológico del país en materia sanitaria", tal como manifestó, destacando la colaboración entre todos los agentes, "desde la Administración hasta los profesionales pasando por la industria".

Según los datos expuestos por este representante de Fenin,  el 70% aproximadamente de la inversión se ha destinado a equipos que tienen más de 10 años y otro 30% va a densidad de población, es decir, el número de equipos que se dispone por millón de habitantes y eso se ha incrementado en un 15% más". En base a la regla `golden rules: 60-30-10´, lo recomendable en un sistema sanitario pasa por que  un 60% de equipos disponibles tengan  menos de 5 años, un 30% entre 5 y 10 años y no más de un 10% con una antigüedad superior a 10 años, considerados ya obsoletos.

Durante su intervención Sisternas destacó, asimismo, el aparataje que después del Plan INVEAT, queda en peor situación actualmente, refiriéndose a mamógrafos, radiología convencional, y endoscopios, entre otros.

Pese a haber pasado de tener equipos muy obsoletos a tener, actualmente, cerca del 60% de estos equipos con menos de 5 años, según los datos de Fenin, el presidente del Sector de TySIC de la entidad, Francisco Vázquez, de Fenin, insistió en la necesidad de acabar con "la obsolescencia de equipos de más de 10 años porque no todas las tecnologías han sido partícipes del Plan INVEAT, y necesitamos que se pongan en el foco de las inversiones en los próximos años". Sin embargo, como apuntó, dicha obsolescencia "no viene dado solo por la antigüedad de la tecnología sino también se incluye la necesidad asistencial de la población", matizó. "Es por ello que la renovación de los equipos sanitarios debe ser un proceso continuo y estandarizado", subrayó.

"La tecnología salva vidas"

Para la presidenta de la Sociedad Española de Radiología Médica (SERAM), Dra. Milagros Otero, no cabe duda de que "la tecnología salva vidas", al tiempo que favorece el progreso de los profesionales, "la nueva tecnología nos ha permitido formar a nuestros residentes por ser igual que el resto de los europeos", destacó, de ahí su satisfacción de que se contara con las Sociedades científicas en la puesta en marcha del Plan INVEAT.

Como oportunidades de mejora que desde la SERAM se consideran necesarias, la Dra. Otero se refirió a valorar factores de sostenibilidad. "La radiología consume, actualmente, el 4% de la energía de un hospital y de ese 4%, el 40% se lo lleva la refrigeración, y este tipo de factores hay que tenerlos en cuenta a la hora de planificar una adaptación para las nuevas tecnologías", tal como indicó. También se refirió al almacenamiento de datos radiológicos "que no ha sido contemplados adecuadamente" o cuestiones relacionadas con el mantenimiento de los aparatos. "Un mantenimiento subóptimo va a afectar a la fiabilidad y seguridad de uso, por tanto, es fundamental asegurar este durante todo el ciclo de vida, y que preserve la funcionalidad de ese equipo en sus especificaciones originales". Como subrayó la presidenta de la SERAM, al respecto, "mantener la fiabilidad diagnóstica y seguridad del uso son premisas ineludibles a día de hoy".

En definitiva, como insistió la Dra. Otero, "hay que contemplar la tecnología de forma integral, no solo centrarse en los equipos, sino todo lo que conlleva alrededor, para que esa tecnología sea lo más óptima posible"

Por su parte, el secretario general de Fenin, Pablo Crespo, se centró en destacar la importancia de la "cultura de la inversión". "Nuestro país debe entender que es estratégico invertir en tecnología sanitaria porque con ello se consigue una población más sana, más productiva y un sistema sanitario más eficiente", subrayó.

A su juicio, "la única solución para poder atender una población más envejecida, más cronificada y más demandante de servicios sanitarios es que nuestro Sistema Nacional de Salud se apoye en las tecnologías sanitarias, lo que nos va a permitir incrementar su rendimiento".

Crespo concluyó su intervención con el compromiso de su Federación de "seguir trabajando con las Administraciones para que se promueva una renovación tecnológica que permita que los pacientes tengan la mejor atención médica y sanitaria y todos tengamos un sistema sanitario sostenible, digital, moderno y de futuro".

Decálogo de recomendaciones Fenin

Precisamente, en el informe aportado por la Federación de Empresas de Tecnología Sanitaria se incluyen 10 recomendaciones básicas dirigidas a los agentes sanitarios para lograr estos objetivos y "mantener con buena salud" los equipos médicos de los centros sanitarios:

-Diseñar un plan de actualización tecnológica del equipamiento en colaboración con el fabricante que permita conocer a tiempo, evaluar y, en su caso, adquirir las nuevas funcionalidades y modificaciones existentes que proveen al equipo inventariable de una mayor eficiencia y prestaciones, combinándolo con un plan, a futuro, de renovación tecnológica.

-Establecer criterios de valor en los procesos de adquisición y renovación de la tecnología inventariable que tenga una visión de medio-largo plazo considerando la que aporta más valor al proceso, a la institución y al paciente.

-Fijar criterios de valoración de las inversiones en tecnología que tengan en cuenta el ciclo de vida, la calidad y el servicio, teniendo en cuenta el coste asociado al uso de un producto considerando variables como los resultados clínicos, beneficios para los pacientes, así como aspectos de impacto en la sociedad como, por ejemplo, impacto en el sistema de innovación, en el medioambiente, etc.

-Evaluar el impacto de las nuevas tecnologías en la eficiencia de los procesos asistenciales y abordar su implementación cuando se justifica que el ahorro potencial es superior al coste considerando el ciclo de vida de los equipos y sus repercusiones en otros ámbitos de la sanidad.

-Inventariar los recursos tecnológicos disponibles y aplicar criterios de renovación en base a su impacto en los procesos, mediante una planificación rigurosa y estructurada.

-Asegurar un proceso de mantenimiento adecuado y cualificado que se ajuste a los protocolos del fabricante y siga las recomendaciones de la circular nº 3/2012 de la aemps, desarrollando anualmente un proceso de comprobación y calibración de los equipos, y mantenimiento preventivo para asegurar que cumplen las funcionalidades definidas por el fabricante.

-Designar y reforzar las funciones del responsable de vigilancia en los centros sanitarios para que documente proactivamente problemas de seguridad y efectos adversos.

-Disponibilidad en cada centro superior a 200 camas de un técnico especialista en electromedicina, como responsable del mantenimiento de la tecnología, con capacidad de supervisión del proceso de mantenimiento (une 209001 in) junto con la creación de un observatorio sobre el mantenimiento preventivo del equipamiento crítico, de acuerdo con la circular y rd 192/2023.

-Promover en colaboración con la industria la formación continua de los profesionales en el uso eficiente y cualificado de la tecnología, para la optimización de los procesos asistenciales.

-Implicar a los diferentes profesionales sanitarios en el proceso de decisión, aportando su valoración tanto en el proceso clínico, como en el rendimiento de la inversión.

 

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