La adolescencia implica una importante maduración cerebral, caracterizada por la sensibilidad social ylabilidad emocional, que conduce a una mayor independencia. También representa una etapa de desarrollo distintiva en la que los jóvenes se motivan a reflexionar en un contexto más amplio con implicaciones a nivel global. En este contexto, la violencia ...
La adolescencia implica una importante maduración cerebral, caracterizada por la sensibilidad social ylabilidad emocional, que conduce a una mayor independencia. También representa una etapa de desarrollo distintiva en la que los jóvenes se motivan a reflexionar en un contexto más amplio con implicaciones a nivel global.
En este contexto, la violencia comunitaria representa una fuente de peligro inmediato, y como tal, atrae la atención de una persona hacia su entorno inmediato, y así sucede entre los adolescentes. Así lo constata un estudio de la Escuela USC Rossier integrada en la Universidad del Sur de California (EEUU). Este nuevo estudio, publicado en el ´Journal of Research on Adolescence´, confirma que estos vínculos existen incluso en adolescentes mayores, de entre 16 y 18 años cuando presencian la violencia, pero también ofrece un posible antídoto
Tras las primeras exploraciones, los participantes también vieron minidocumentales sobre adolescentes en situaciones convincentes y comentaron sus reacciones en una entrevista grabada que luego se evaluó en cuanto a pensamiento trascendente. Las resonancias magnéticas finales mostraron que cuanto más había participado un adolescente en el pensamiento trascendente, mayor era el crecimiento cerebral en varias áreas a lo largo de los dos años, incluidas las áreas más afectadas por la violencia. Sin embargo, las imágenes por resonancia magnética del cerebro de adolescentes que crecieron en comunidades con altos niveles de violencia mostraron una corteza más delgada en las partes del cerebro que están involucradas en la sensación de estrés y dolor, así como en la motivación, el juicio y el procesamiento emocional.
Contrarrestar el efecto
Todos estos hallazgos revelan que, a medida que los adolescentes trabajan para contextualizar y dar sentido a la violencia a la que están expuestos, este pensamiento complejo genera resiliencia y, por lo tanto, hace crecer sus cerebros a pesar de la violencia que presencian. Cuando los adolescentes pudieron reflexionar sobre cuestiones como por qué ocurre la violencia y qué se puede hacer para llegar a la raíz de los problemas, mostraron una forma de resiliencia neuronal en su corteza cingulada anterior, entre otras regiones.
Los autores de este trabajo sugieren, por tanto, que el pensamiento trascendente de los adolescentes puede ayudarles a contrarrestar el efecto de la exposición a la violencia en el desarrollo de su cerebro
Por otra parte, se subraya la vulnerabilidad de aquellos integrados en comunidades afectadas por altos niveles de violencia, al tiempo que destacan la importancia de fomentar en ellos habilidades como el pensamiento trascendente. Estas habilidades no solo pueden ayudarles a comprender la violencia que presencian, sino que también los ayudan a contrarrestar el impacto negativo de esta violencia en sus cerebros en desarrollo.