La terapia de células T con receptores de antígenos quiméricos (CAR) está considerado un potente tratamiento de inmunoterapia para pacientes con linfomas agresivos. En el proceso se toman células inmunitarias de un paciente con cáncer, se reprograma para que ataquen el tumor y luego se reinyecta en el organismo del ...
La terapia de células T con receptores de antígenos quiméricos (CAR) está considerado un potente tratamiento de inmunoterapia para pacientes con linfomas agresivos. En el proceso se toman células inmunitarias de un paciente con cáncer, se reprograma para que ataquen el tumor y luego se reinyecta en el organismo del paciente, donde comienzan a trabajar uniéndose a las células cancerosas y matándolas.
Al respecto, investigadores de la Universidad del Sur de Australia (UniSA) han desarrollado una nueva técnica para mejorar significativamente el tratamiento para la leucemia y otros cánceres de la sangre. La investigación de UniSA ha demostrado el potencial de una tecnología de microfluidos, conocida como microfluidos espirales inerciales, para mejorar el proceso de fabricación de células CAR-T, eliminando de manera eficiente las células cancerosas contaminantes y otros glóbulos blancos grandes. De lo contrario, estas células podrían interferir con el proceso de fabricación de células CAR-T y reducir la eficacia del tratamiento.
"La terapia con células CAR-T es prometedora, pero garantizar la pureza de las células T extraídas de los pacientes es un desafío y un cuello de botella clave en el uso clínico de rutina de esta inmunoterapia innovadora. Nuestra investigación pretende resolver este problema con el uso de microfluidos espirales inerciales, que hemos comprobado que son eficaces para eliminar células contaminantes no deseadas", señaló, al respecto, la Dra. Mona Elsemary, graduada de doctorado del Instituto de Industrias del Futuro de UniSA.
Los responsables de esta nueva técnica aseguran que se logra una mayor pureza de células T y al mismo tiempo se ofrecen mayores tasas de recuperación, clave para una terapia con células CAR-T más exitosa, especialmente en pacientes con cánceres de sangre comunes como la leucemia linfoblástica aguda de células B.
A ello añaden el abaratamiento de los dispositivos desechables utilizados durante la microfluídica espiral inercial "son económicos y se pueden integrar fácilmente en los procesos actuales, lo que potencialmente reduce los costos hasta en un 14% dada la menor necesidad de salas y personal", según indican.
"Una vez que se haya confirmado la eficacia y seguridad de esta nueva tecnología, podría integrarse en la ruta de fabricación de células CAR-T, lo que anticipamos que conduciría a una terapia de células T CAR más eficiente y rentable. Los próximos pasos serían los ensayos clínicos y luego la optimización del proceso para diferentes tipos de cáncer", indicó, por su parte, Benjamin Thierry, profesor de Bioingeniería de la UniSA e investigador del Instituto de Industrias del Futuro.