Un equipo internacional de científicos ha establecido que la combinación formada por plerixafor, un fármaco que moviliza las células madre hematopoyéticas (CMH) de la médula ósea, y una nanoformulación del inmunosupresor tacrólimo ofrece múltiples beneficios histológicos e inmunológicos en un modelo de colitis ulcerosa. Administrados por vía subcutánea y oral, ...
Un equipo internacional de científicos ha establecido que la combinación formada por plerixafor, un fármaco que moviliza las células madre hematopoyéticas (CMH) de la médula ósea, y una nanoformulación del inmunosupresor tacrólimo ofrece múltiples beneficios histológicos e inmunológicos en un modelo de colitis ulcerosa. Administrados por vía subcutánea y oral, respectivamente, los fármacos exhibieron un efecto sinérgico, previniendo la pérdida de peso y reduciendo la severidad clínica de la enfermedad, la expresión del marcador inflamatorio COX-2, la infiltración de los granulocitos neutrófilos y el daño al epitelio del colon.
Jee-Heon Jeong, investigador de la Universidad Sungkyunkwan y codirector del estudio, afirma que las CMH movilizadas por plerixafor migran hacia el lugar de la inflamación, siguiendo las señales quimiotácticas proporcionadas por las citoquinas liberadas en el colon. En este tejido, las CMH despliegan su potencial regenerativo, proceso facilitado por la inmunosupresión mediada por el tacrólimo. Jeong señala que la nanoformulación de este último fármaco ha sido diseñada en su propio laboratorio, consistiendo en microesferas sensibles a las especies reactivas del oxígeno.
Éstas, abundantes en los tejidos inflamados, inducen la liberación localizada del tacrólimo, evitando con ello la inmunosupresión sistémica. El científico prosigue indicando que la actual estrategia vence algunas de las limitaciones asociadas al uso de células madre mesenquimales exógenas en medicina regenerativa, las cuales tienden a experimentar senescencia replicativa y sensibilidad a las especies reactivas del oxígeno, lo que compromete su estructura y funcionalidad. Adicionalmente, su administración es invasiva. Aunque plerixafor es un compuesto ya autorizado para uso clínico, el receptor al que va dirigido se encuentra también expresado en los linfocitos T y B, con la consiguiente migración de estas células al lugar de la inflamación y el agravamiento de la misma. El uso de tacrólimo evita este efecto indeseado, favoreciendo el establecimiento de un entorno inmunosupresor con bajas dosis del fármaco, concluye Jeong.