El comportamiento de las células que forman los vasos sanguíneos es crucial para el bienestar del organismo. Condiciones como la inflamación, la falta de oxígeno y la infección viral pueden estresar estas células e interrumpir la formación de nuevos vasos sanguíneos, a menudo patológicos. Las uniones célula-célula entre células endoteliales (CE) ...
El comportamiento de las células que forman los vasos sanguíneos es crucial para el bienestar del organismo. Condiciones como la inflamación, la falta de oxígeno y la infección viral pueden estresar estas células e interrumpir la formación de nuevos vasos sanguíneos, a menudo patológicos. Las uniones célula-célula entre células endoteliales (CE) se remodelan constantemente durante la formación de nuevos vasos sanguíneos.
Ahora, un equipo de investigadores de la Universidad de Montreal (Canadá) dirigido por Jean-Philippe Gratton , presidente del Departamento de Farmacología y Fisiología y especialista en biología vascular, ha descubierto una vía previamente desconocida que conduce a la formación de nuevos vasos sanguíneos, un proceso conocido como angiogénesis. La angiogénesis requiere la coordinación de la diferenciación, proliferación, polarización, migración, reordenamientos de las uniones y cambios morfológicos de las CE para asegurar el crecimiento y la integridad de la red vascular.
Según se expone en el estudio publicado en ´Nature Communications´, los investigadores detectaron interacciones moleculares entre dos proteínas implicadas en la estabilización de los vasos sanguíneos: la ZO-1, a menudo denominada "proteína de andamiaje", que realiza una función reguladora, y la proteína YB-1. Los investigadores descubrieron que la proteína ZO-1 ordena a la YB-1 que forme gránulos de estrés beneficiosos. Dichos gránulos son grupos de proteínas que se ensamblan dentro de las células expuestas a condiciones estresantes, como falta de oxígeno, agentes tóxicos o infecciones, y permiten que la célula sobreviva.
"Con la cantidad adecuada de gránulos de estrés, las células sanas están mejor preparadas para resistir los ataques. Hasta hace poco, no sabíamos que el estrés celular estaba implicado en la formación de los vasos sanguíneos". Este descubrimiento abre la puerta a nuevos tratamientos para patologías vasculares que se centren en estas interacciones moleculares", subrayó el investigador principal.
La estrategia actual consiste en bloquear la acción del factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF), el principal responsable de la formación de vasos sanguíneos, que también interviene en el crecimiento de los tumores cancerosos.