La leucemia mieloide aguda (LMA) es un tipo de cáncer hematológico caracterizado por una rápida proliferación de células mieloides inmaduras. Un factor que suele contribuir a la recaída después del tratamiento es la presencia de células madre leucémicas (LSC), que son responsables del inicio, la expansión y el mantenimiento de la ...
La leucemia mieloide aguda (LMA) es un tipo de cáncer hematológico caracterizado por una rápida proliferación de células mieloides inmaduras. Un factor que suele contribuir a la recaída después del tratamiento es la presencia de células madre leucémicas (LSC), que son responsables del inicio, la expansión y el mantenimiento de la LMA. Ahora, un equipo de la Universidad de Ginebra (UNIGE), el Hospital Universitario de Ginebra (HUG) y el Instituto de Saludy Medicina de Francia (Inserm) aporta nuevos conocimientos y métodos para combatir la leucemia mieloide aguda.
"Gracias a técnicas avanzadas de bioinformática y en colaboración con el equipo del Dr. Petros Tsantoulis del Departamento de Oncología y Oncología de Precisión del HUG, hemos podido comprobar por primera vez que estas células inactivas contienen una firma genética única compuesta por 35 genes. Cuando utilizamos esta firma en grandes bases de datos clínicos de pacientes con LMA, hemos podido demostrar que esta firma está estrechamente relacionada con el pronóstico de la enfermedad", explicó el prof. Jérôme Tamburini, del Departamento de Medicina y del Centro de Investigación Traslacional en Oncohematología (CRTOH) de la Facultad de Medicina de la UNIGE y del Swiss Cancer Center Léman (SCCL). El estudio también pone de relieve una diferencia metabólica entre las células madre leucémicas latentes y las activas.
Según los resultados publicados en ´Science Translational Medicine´ se ha podido averiguar que las células madre leucémicas latentes dependen de la ´ferritinofagia´, una forma específica de autofagia que tiene como objetivo la ferritina, la principal molécula de almacenamiento de hierro. "Este proceso está mediado por una proteína llamada NCOA4, que controla la disponibilidad de hierro en las células. Al inhibirla, ya sea genéticamente o químicamente, hemos observado que las células leucémicas, especialmente las células madre latentes, tienen más probabilidades de morir, mientras que las células madre sanguíneas sanas permanecen intactas", según explicó el investigador Clément Larrue, del Inserm y del Centro de Investigación sobre el Cáncer de Toulouse, y primer autor del estudio.
Los experimentos realizados con modelos de ratón han confirmado que el bloqueo de la proteína NCOA4 reduce el crecimiento tumoral, la viabilidad y la autorrenovación de las células madre leucémicas. De ahí que, la inhibición de la ferritinofagia a través de esta vía podría ser una estrategia terapéutica prometedora. "Nuestros hallazgos resaltan la ferritinofagia como una vulnerabilidad de las LSC quiescentes y subrayan su potencial como un objetivo terapéutico prometedor para pacientes con LMA".
El compuesto utilizado para bloquear la NCOA4 se encuentra en las primeras fases de desarrollo para futuros ensayos clínicos, bajo la dirección de uno de los coautores del estudio, Jun Xu, profesor de la Universidad Sun Yat-Sen de China.
El próximo paso del equipo, tal como han expuesto, será explorar más a fondo los mecanismos de la ferritinofagia y su asociación con la mitofagia, otro mecanismo clave en la regulación de las células madre linfocíticas. Esta nueva etapa de investigación cuenta con el apoyo de la Liga Suiza contra el Cáncer.