El cáncer de estómago (CG) se ha convertido en el quinto tipo de tumor más común y la cuarta causa de muerte por cáncer en todo el mundo. El riesgo de morir de CG antes de los 75 años es del 10,7%. Se estima que de las 769.000 muertes que se producen, ...
El cáncer de estómago (CG) se ha convertido en el quinto tipo de tumor más común y la cuarta causa de muerte por cáncer en todo el mundo. El riesgo de morir de CG antes de los 75 años es del 10,7%. Se estima que de las 769.000 muertes que se producen, actualmente, por esta causa, en 2040, podrían incrementarse hasta 1,31 millones en todo el mundo.
En este terreno, un estudio llevado a cabo por un equipo de investigación dirigido por la Dra. Elisabeth Gruber, de la Universidad/Hospital de Viena (Austria) se ha centrado en el gen AF1Q, asociado, inicialmente, con cánceres de la sangre como la leucemia y que ahora la investigación médica se ha centrado en él por su influencia en diversos procesos celulares que contribuyen al desarrollo y propagación del cáncer. "Hasta ahora, el papel del AF1Q en el cáncer gástrico ha sido poco explorado", según la Dra. Gruber.
Posible biomarcador
Según el estudio de estos investigadores austriacos, de las 182 muestras tumorales examinadas, es decir, el 97,8 por ciento, 178 presentan niveles de AF1Q moderadamente elevados, lo que se asocia a un mayor riesgo de recurrencia y a menores posibilidades de supervivencia. "Esto convierte al AF1Q en un biomarcador prometedor que puede utilizarse para evaluar mejor el pronóstico de los pacientes", subrayó la Dra. Gruber.
La mediana de seguimiento fue de 71 meses (52-90 meses) y se demostró enfermedad recurrente en 115 (63,2%) pacientes y de ellos, 33 (18,1%) tuvieron recurrencia local. De 148 (81,3%) pacientes que murieron durante el período de seguimiento, 108 (59,3%) pacientes murieron debido a razones específicas de la enfermedad. Los tiempos de supervivencia medianos (y rangos) se calcularon de la siguiente manera: supervivencia libre de recurrencia (RFS) 23,5 meses (18-29 meses), supervivencia específica de la enfermedad (DSS) 43,7 meses (34-54 meses).
En concreto, dicho marcador podría tenerse en cuenta al examinar muestras de tejido del tumor para detectar un mayor riesgo de recurrencia en una fase temprana y adaptar las medidas de tratamiento de forma individualizada, "lo cual puede ayudar a optimizar el seguimiento de los pacientes y aumentar sus posibilidades de supervivencia", indicaron los Dres. Gruber y Kenner, destacando la relevancia de los hallazgos.