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Una subpoblación linfocitaria emerge como biomarcador pronóstico en el cáncer colorrectal  

Su implementación clínica podría contribuir a identificar a los pacientes con menor probabilidad de desarrollar metástasis hepáticas.

26/08/2024

En el examen de más de 300 biopsias de pacientes con cáncer colorrectal (CRC), científicos de la Universidad de Jinán han determinado que los linfocitos T de memoria residentes CD8+ CD103+ (TMRs) predominan en el tejido canceroso, en comparación con el sano adyacente. Tras establecer un umbral que estratifica a ...

En el examen de más de 300 biopsias de pacientes con cáncer colorrectal (CRC), científicos de la Universidad de Jinán han determinado que los linfocitos T de memoria residentes CD8+ CD103+ (TMRs) predominan en el tejido canceroso, en comparación con el sano adyacente. Tras establecer un umbral que estratifica a los pacientes en función de la abundancia de estas células, los investigadores hallaron que la mayor abundancia se correlaciona con un estadio TNM más bajo y la ausencia de expresión de VEGF, pero no con otros rasgos clínico-patológicos, siendo además factor independiente predictivo de mejor prognosis.

En efecto, la tasa de mortalidad en este grupo de pacientes fue del 40%, frente al 61% en el de baja abundancia, según afirma Jinghua Pan, codirector del estudio. El científico prosigue indicando que el valor pronóstico de los TMRs sobre la supervivencia global se mantuvo consistente en pacientes con metástasis hepáticas. Notablemente, la mayor infiltración del tumor por estos linfocitos se asoció a menor riesgo de desarrollar estas lesiones, asegura Pan.

El estudio también halló una correlación entre los TMRs y la respuesta a bevacizumab, lo que motivó ulteriores experimentos en modelos animales, en los que la administración de este agente antiangiogénico se asoció a mayor presencia de TMRs, que además presentaron mayor capacidad citotóxica. Pan concluye indicando que esta última distingue a estos linfocitos de los CD8+ circulantes, los cuales fueron menos eficaces in vivo, como se demostró en experimentos de terapia celular adoptiva, en los que los TMRs redujeron el tamaño del tumor en mayor medida que los CD8+ circulantes

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