La detección temprana del cáncer de mama mediante mamografías de detección está considerado uno de los mayores salvavidas para muchas mujeres. Sin embargo, hay situaciones que hacen tambalear este tipo de estrategias en el terreno de la salud femenina. Una de ellas es la obtención de resultados falsos positivos, es decir, ...
La detección temprana del cáncer de mama mediante mamografías de detección está considerado uno de los mayores salvavidas para muchas mujeres. Sin embargo, hay situaciones que hacen tambalear este tipo de estrategias en el terreno de la salud femenina. Una de ellas es la obtención de resultados falsos positivos, es decir, cuando aparece una anomalía en una mamografía, pero en pruebas posteriores se revela que no hay cáncer. Este tipo de resultados, además de predisponer a la mujer a plantearse acudir o no a nuevas revisiones, pueden tener consecuencias económicas para las pacientes y causar una ansiedad emocional significativa.
El Centro Integral del Cáncer de UC Davis de la Universidad de California (EEUU) ha llevado a cabo un estudio de este tipo de situacione. Publicado en ´Annals of Internal Medicine´, sus autores detectaron que las mujeres que recibieron un resultado falso positivo que requirió imágenes adicionales o biopsia se mostraban más reacias a regresar para ese examen de seguimiento. "Estos resultados pueden generar inquietud sobre las posibles consecuencias no deseadas de los resultados falsos positivos, que podrían hacer que las mujeres eviten las mamografías en el futuro", destacó la autora principal Diana Miglioretti , investigadora del centro oncológico y jefa de la División de Bioestadística de la UC Davis.
Impacto
En concreto, según las conclusiones del estudio, el 77% de las mujeres que habían registrado un resultado negativo en una mamografía volvieron a realizarse una prueba de detección posterior, pero este porcentaje se redujo al 61% cuando se obtuvo un resultado falso positivo que precisaba de otra mamografía seis meses después. Evidentemente, el impacto fue más pronunciado en mujeres que recibieron resultados falsos positivos tras dos mamografías consecutivas. Solo el 56% volvió a realizarse una tercera mamografía de detección.
La alta tasa de mujeres que no vuelven a las consultas médicas para futuras pruebas de detección preocupa al equipo de investigadores involucrados en este estudio. Y es que "un resultado falso positivo, especialmente si resulta en un diagnóstico de enfermedad mamaria benigna, se asocia con un mayor riesgo de ser diagnosticada de cáncer en el futuro", afirmó la Dra. Miglioretti.
Los autores de este estudio recomiendan a los clínicos que expliquen cuidadosamente los resultados falsos positivos a sus pacientes para asegurarles su situación ante el cáncer y enfatizar en la importancia de las pruebas de detección continuas.