Revelado el potencial clínico del citocromo B561 en el cáncer de mama
Un nuevo estudio establece su valor pronóstico y la posibilidad de explotar este biomarcador como diana terapéutica.
Investigadores de múltiples centros chinos han descubierto que la expresión elevada del citocromo (CY) B561 distingue el cáncer de mama del tejido sano, es factor pronóstico desfavorable y se asocia a parámetros histológicos, tales como el grado y subtipo de tumor, entre otros. En el examen de una cohorte clínica ...
Investigadores de múltiples centros chinos han descubierto que la expresión elevada del citocromo (CY) B561 distingue el cáncer de mama del tejido sano, es factor pronóstico desfavorable y se asocia a parámetros histológicos, tales como el grado y subtipo de tumor, entre otros. En el examen de una cohorte clínica los científicos hallaron que la expresión de CYB561 es predictiva de menor supervivencia global a los 5 años y menor supervivencia libre de relapso.
Weiguang Liu, investigador de la Universidad de Yangzhou y director del estudio, afirma que los tumores de las pacientes con expresión elevada de CYB561 se distinguieron por una menor infiltración de linfocitos T citotóxicos y mayor de macrófagos antiinflamatorios de tipo M2, lo que sería consistente con un microambiente inmunosupresor. En experimentos adicionales en líneas celulares de este tipo de cáncer, los científicos constataron que la neutralización de CYB561 mediante un oligonucleótido inhibe la proliferación y la capacidad migratoria e invasiva de las células tumorales, en un efecto que pudo ser recapitulado in vivo.
En efecto, prosigue Liu, las células transfectadas con este oligonucleótido e inyectadas subcutáneamente en ratones crecieron más lentamente, resultando en una disminución del peso del tumor a los 47 días. El investigador señala que aunque la expresión aberrante del CYB561 ya había sido asociada a peor prognosis en otros tipos de cánceres ginecológicos, el actual estudio identifica, adicionalmente, proteínas reguladas por el CYB561, tales como la tropomiosina 1, la cual podría estar relacionada con la polarización de los macrófagos hacia el fenotipo M2, concluye Liu.
