Cada vez se dispone de un número mayor de estudios que demuestran la relación entre los hongos y el cáncer. A ellos se ha sumado, recientemente, el realizado por la Universidad de Hebei (China), del que se hace eco, por su interés, la Sociedad Americana de Microbiología (AMS, por sus ...
Cada vez se dispone de un número mayor de estudios que demuestran la relación entre los hongos y el cáncer. A ellos se ha sumado, recientemente, el realizado por la Universidad de Hebei (China), del que se hace eco, por su interés, la Sociedad Americana de Microbiología (AMS, por sus siglas en inglés).
"Como factor que promueve el crecimiento tumoral, es necesario prestar más atención a los microorganismos intertumorales", subrayó el autor del estudio correspondiente, Qi-Ming Wang, profesor de la Facultad de Ciencias de la Vida, Instituto de Ciencias de la Vida y Desarrollo Verde, de la Universidad de Hebei, Hebei, China. "Aunque todavía es controvertida, la relación entre los microbios y el cáncer está ganando atención. El desequilibrio de la microflora en el tumor puede conducir a un desorden en el microambiente tumoral", agregó el prof. Wang
Según se detalla en el estudio, publicado en ´mBio´, revista de la propia AMS), una levadura basidiomiceto lipófila, ´Malassezia globosa´ que se encuentra en abundancia, por ejemplo, en los tumores de mama, puede contribuir a una menor supervivencia global de los pacientes con esta patología.
En concreto, los investigadores descubrieron que M. globosa coloniza las almohadillas de grasa mamaria, lo que conduce al crecimiento del tumor. Como levadura lipofílica, la almohadilla de grasa mamaria puede proporcionar una fuente externa de lípidos para el desarrollo de M. globosa. También descubrieron que el eje proinflamatorio interleucina (IL)-17a/macrófago juega un papel clave en los mecanismos involucrados en la aceleración del cáncer de mama inducido por M. globosa
En conjunto, "nuestros resultados demuestran que M. globosa podría ser un posible factor para la progresión de BRAC. Los mecanismos por los cuales M. globosa promueve el desarrollo de BRAC involucran el eje IL-17A/macrófago. Por lo tanto, sospechamos que la presencia de esta levadura puede conducir a la sobreexpresión de IL-17A y a la inflamación crónica, que en última instancia promueve la progresión del cáncer", concretaron los autores de este estudio.