Las vesículas extracelulares mitigan el daño neurológico en un modelo de ictus
Su mecanismo de acción sugiere que podrían ser utilizadas para prevenir la muerte celular por ferroptosis en múltiples patologías del sistema nervioso central.
Un estudio realizado en diversos centros chinos pone de manifiesto el potencial de las vesículas extracelulares (VEs) derivadas de células madre mesenquimales humanas, en el tratamiento de la hemorragia cerebral. La terapia intravenosa se asoció a mejoras radiológicas, tales como la atenuación del edema vasogénico y una superior absorción de ...
Un estudio realizado en diversos centros chinos pone de manifiesto el potencial de las vesículas extracelulares (VEs) derivadas de células madre mesenquimales humanas, en el tratamiento de la hemorragia cerebral. La terapia intravenosa se asoció a mejoras radiológicas, tales como la atenuación del edema vasogénico y una superior absorción de los focos hemorrágicos a los 15 días, así como a una disminución del daño neuronal cortical. En experimentos in vitro adicionales, los investigadores hallaron que las VEs inhiben la ferroptosis neuronal inducida por hemina, compuesto que mimetiza el entorno celular en condiciones de hemorragia.
Qianfa Long, científico de la Universidad de Yan´an y director del estudio, afirma que tanto en este modelo como en los animales las VEs redujeron notablemente las alteraciones mitocondriales asociadas a la ferroptosis, incluyendo la deformación y ruptura de la membrana de estos orgánulos. El investigador prosigue indicando que estos efectos neuroprotectores resultaron ser atribuibles a un microARN contenido en las VEs, como se demostró en experimentos en los que su bloqueo mediante un oligonucleótido redujo la efectividad terapéutica de aquéllas.
Long subraya la relevancia de los hallazgos señalando que, a pesar de los avances farmacológicos y quirúrgicos, el ictus hemorrágico sigue asociándose a una elevada tasa de mortalidad a los 30 días, así como a una baja probabilidad de recuperar la independencia funcional a los seis meses. Los actuales hallazgos están en consonancia con los de estudios previos, en los que las VEs derivadas de células madre mesenquimales ya habían demostrado actividad en múltiples desórdenes neurológicos, concluye el científico.
