Actualmente, se dispone de evidencia científica relacionada con las alteraciones en la composición y función de las células vasculares y su contribución a las enfermedades. Dos componentes celulares principales de los vasos sanguíneos son las células murales (pericitos y células musculares lisas vasculares) y las células endoteliales, las cuales desempeñan un ...
Actualmente, se dispone de evidencia científica relacionada con las alteraciones en la composición y función de las células vasculares y su contribución a las enfermedades. Dos componentes celulares principales de los vasos sanguíneos son las células murales (pericitos y células musculares lisas vasculares) y las células endoteliales, las cuales desempeñan un papel crucial en la función vascular adecuada.
Cabe recordar, al respecto, que la diabetes puede dañar los vasos sanguíneos debido a los altos niveles de azúcar en sangre, lo que provoca una acumulación de grasas, colesterol y otras sustancias en las paredes de las arterias y sobre ellas. Ello incrementa, significativamente, el riesgo de sufrir ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
En la actualidad, hay más de 530 millones de personas que padecen esta patología en el mundo y se espera que la prevalencia siga aumentando. Una proporción significativa de pacientes con diabetes se enfrentará a la desafortunada perspectiva de complicaciones vasculares, a pesar de un estricto control de la glucosa.
Precisamente, en este terreno se ha producido, recientemente, un novedoso hallazgo por parte de investigadores de la Queen´s University, en Ontario (Canadá), al lograr desarrollar con éxito una versión en miniatura de vasos sanguíneos humanos de personas con diabetes. Este avance, que se expone en la revista ´Stem Cells´ supone un paso adelante en la investigación de esta patología al facilitar una nueva forma de estudiar cómo la diabetes afecta los vasos sanguíneos, lo que podría conducir al desarrollo de nuevos tratamientos.
"Nuestra investigación es de suma importancia, ya que arroja nueva luz sobre la forma en que la diabetes daña los vasos sanguíneos, lo que lleva a causar graves problemas de salud como las enfermedades cardiovasculares", al como indicó la profesora Andriana Margariti, investigadora principal del Instituto Wellcome-Wolfson de Medicina Experimental de la Universidad Queen de Belfast, y autora principal y correspondiente de la investigación.
Estos hallazgos pueden dar lugar al desarrollo de nuevas terapias para las enfermedades vasculares de diabetes al ayudar a reducir las complicaciones diabéticas y el riesgo de amputaciones, así como a contribuir a los esfuerzos en curso para desarrollar organoides vasculares para el modelado de enfermedades y el descubrimiento de nuevos fármacos. De esa forma, las personas con diabetes podrían experimentar importantes beneficios para la salud y una mejor calidad de vida en el futuro cercano.