Científicos de diversos centros estadounidenses han establecido que las infecciones respiratorias, cutáneas y subcutáneas, causadas por virus y bacterias, aumentan a largo plazo el riesgo de demencia por cualquier causa, de demencia vascular y de Alzheimer. Estas infecciones se asociaron a pérdida de volumen en regiones específicas del cerebro, particularmente ...
Científicos de diversos centros estadounidenses han establecido que las infecciones respiratorias, cutáneas y subcutáneas, causadas por virus y bacterias, aumentan a largo plazo el riesgo de demencia por cualquier causa, de demencia vascular y de Alzheimer. Estas infecciones se asociaron a pérdida de volumen en regiones específicas del cerebro, particularmente en el lóbulo temporal. En el examen de casi 1000 proteínas plasmáticas relacionadas con el sistema inmunitario, los investigadores identificaron 260 biomarcadores de infección previa, de los cuales 35 resultaron ser predictivos de la atrofia cerebral específica causada por los diferentes tipos de infección.
Keenan Walker, científico de los Institutos Nacionales de la Salud de EE.UU. y director del estudio, afirma que tres biomarcadores de este último grupo mostraron una asociación, tanto con el declive cognitivo como con múltiples proteínas plasmáticas de uso clínico en la demencia, tales como la cadena ligera de los neurofilamentos, la proporción entre variantes de la proteína beta-amiloide y la proteína tau fosforilada, entre otras.
El estudio también reveló la existencia de variantes en genes inmunitarios que, o bien incrementan el riesgo de atrofia cerebral, o bien exhiben un efecto protector. Walker señala que la observada aceleración de la atrofia del lóbulo temporal es consistente con un mecanismo inmunológico, como ocurre tras la cirugía en esta área cerebral o tras la exposición a la quimioterapia. Los hallazgos ponen de manifiesto que las infecciones influencian el proteoma plasmático más allá de los marcadores de inflamación tradicionales, contribuyendo de manera decisiva a la neurodegeneración, concluye el investigador.