De los cinco millones de personas que padecen migraña en España, según la Sociedad Española de Neurología, entre el 10 y el 50 % presentarán también depresión. Además, la prevalencia de depresión entre quienes viven con migraña es aproximadamente dos veces más alta que en aquellos que no padecen esta ...
De los cinco millones de personas que padecen migraña en España, según la Sociedad Española de Neurología, entre el 10 y el 50 % presentarán también depresión. Además, la prevalencia de depresión entre quienes viven con migraña es aproximadamente dos veces más alta que en aquellos que no padecen esta enfermedad.
La población con migraña episódica o crónica presenta cinco veces más probabilidades de sufrir síntomas de depresión, probabilidad que aumenta a medida que se incrementa la frecuencia de las crisis. En concreto, las personas con migraña crónica -más de 15 días de dolor al mes- tienen el doble de probabilidades de sufrir depresión que las que padecen migraña episódica.
La depresión es una de las principales comorbilidades de las enfermedades neurológicas, que empeora, además, la percepción del afectado sobre su calidad de vida. También se asocia a una mayor frecuencia de crisis de dolor de cabeza, especialmente si va acompañada de ansiedad. Las personas con migraña que además sufren depresión tienen más probabilidades de cronificar su migraña, pasando de experimentar migraña episódica a crónica.
Migraña y depresión, una relación bidireccional que aumenta el riesgo de suicidio
La depresión también puede preceder a las enfermedades neurológicas y suponer un factor de riesgo para su desarrollo. En muchos casos, la relación es bidireccional. La migraña aumenta el riesgo de depresión, pero la depresión también aumenta el riesgo de migraña: padecer un trastorno depresivo grave es un factor que puede servir para predecir que el paciente va a experimentar su primera crisis de migraña en los próximos dos años. Por otra parte, el 60 % de las personas con depresión padecerán cefalea.
Según varios estudios, existe un mayor riesgo de suicidio en personas con enfermedades neurológicas como la migraña, y esta ideación suicida aparece en la etapa próxima al diagnóstico, ante sintomatología invalidante, y/o entre quienes presentan comorbilidad psiquiátrica, sobre todo, depresión. Así, la ideación suicida en las personas con migraña se relaciona con una mayor frecuencia e intensidad de las crisis de dolor de cabeza. Además, las personas menores de 30 años que padecen migraña presentan cuatro veces más probabilidades de tener ideación suicida a lo largo de su vida que las mayores de 65 años.