Nuevo biomarcador para la prognosis del carcinoma nasofaríngeo
Su adición a otras variables clínicas incrementa la fiabilidad de la predicción de supervivencia global, en pacientes tratados con quimio y radioterapia.
Científicos de diversos centros chinos han establecido que la proporción entre los niveles circulantes de hemoglobina y albúmina (PHA) ofrece valor pronóstico, en pacientes con carcinoma nasofaríngeo tratados con quimioterapia basada en platino y radioterapia de intensidad modulada. En el examen de más de 800 pacientes monitorizados durante 64 meses ...
Científicos de diversos centros chinos han establecido que la proporción entre los niveles circulantes de hemoglobina y albúmina (PHA) ofrece valor pronóstico, en pacientes con carcinoma nasofaríngeo tratados con quimioterapia basada en platino y radioterapia de intensidad modulada. En el examen de más de 800 pacientes monitorizados durante 64 meses de mediana, los investigadores hallaron que una PHA elevada es factor independiente predictivo de mayor supervivencia global, exhibiendo una fiabilidad superior a la del estadiaje tradicional TNM o a la de los niveles de hemoglobina y albúmina.
Chao Zhang, investigador de la Universidad Sun Yat-sen y primer autor del estudio, subraya el valor de los hallazgos señalando que éstos proporcionan un método pronóstico sencillo, que contrasta con el coste de la biopsia líquida y la baja fiabilidad del sistema TNM. En efecto, observaciones clínicas previas han demostrado que en pacientes con el mismo estadio TNM la trayectoria de la enfermedad es altamente variable, a pesar de recibir terapias comparables.
Esta variabilidad sería atribuible a la elevada heterogeneidad biológica de este tipo de cáncer, según Zhang. Los actuales resultados son, además, consistentes con los de un estudio previo realizado en pacientes con cáncer gástrico, en el que fue identificada una asociación similar. Aunque se requieren ensayos adicionales para confirmar la asociación hallada, la evidencia ahora obtenida indica que la PHA puede contribuir a individualizar la prognosis en el carcinoma nasofaríngeo, concluyen los científicos.
