Avanza la terapia celular para paliar la artrosis
Un estudio in vivo demuestra que la combinación de dos tipos de células madre humanas es más efectiva frente a la degeneración del cartílago.
Científicos de diversos centros chinos han establecido que la inyección intraarticular de células madre mesenquimales derivadas del tejido adiposo y del sinovio humano ofrece beneficio, en un modelo de artrosis inducida por meniscectomía parcial. A diferencia de los animales tratados con uno u otro tipo celular, los tratados con la ...
Científicos de diversos centros chinos han establecido que la inyección intraarticular de células madre mesenquimales derivadas del tejido adiposo y del sinovio humano ofrece beneficio, en un modelo de artrosis inducida por meniscectomía parcial. A diferencia de los animales tratados con uno u otro tipo celular, los tratados con la combinación exhibieron un superior grado de mejora, incluso tras el inicio tardío de la terapia, circunstancia representativa de la artrosis avanzada.
Songqiang Huang, investigador de la Universidad de Hunan y coautor del estudio, afirma que la inmensa mayoría de las células terapéuticas persistió en la membrana sinovial y en el menisco a las 12 semanas de la inyección, exhibiendo un efecto sinérgico sobre el control del dolor, la marcha y el remodelado del hueso subcondral. En efecto, prosigue el científico, las articulaciones tratadas mostraron menos erosiones y defectos en el cartílago, así como ausencia de quistes óseos, reduciendo además la formación de osteofitos. Notablemente, la ventaja de esta combinación celular se manifestó exclusivamente en preparaciones que contienen la misma proporción de cada tipo celular, asegura Huang.
En el examen del mecanismo molecular subyacente, los investigadores hallaron que la terapia, aplicada en la fase avanzada de la artrosis, modula tanto la autofagia en los condrocitos como la expresión de genes asociados a la vía de señalización FoxO. Esta última observación pudo ser sustanciada en condrocitos in vitro, en los que la incubación con un inhibidor de FoxO1 bloqueó los cambios moleculares asociados a la reducción de la artrosis. Huang concluye señalando que se requiere estudios adicionales en animales de mayor tamaño, con el objetivo de determinar la eficacia y seguridad de esta prometedora terapia.
