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Un tratamiento temprano y eficaz de la diabetes gestacional puede frenar el riesgo de obesidad infantil

Tras un diagnóstico de diabetes gestacional, una rápida intervención para mantener un óptimo control glucémico puede reducir el riesgo de que el bebé sufra obesidad en la infancia, igualándose el nivel al de los niños de madres sanas. De ahí, la importancia de actuar con la mayor celeridad posible en beneficio de la salud de ambos a largo plazo.

12/09/2024

La diabetes gestacional, que afecta a alrededor del 14% de los embarazos en todo el mundo, plantea riesgos no sólo para las madres sino también para sus hijos, incluida una mayor probabilidad de parto prematuro y obesidad más adelante en la vida. Así lo constata un estudio presentado durante la Reunión ...

La diabetes gestacional, que afecta a alrededor del 14% de los embarazos en todo el mundo, plantea riesgos no sólo para las madres sino también para sus hijos, incluida una mayor probabilidad de parto prematuro y obesidad más adelante en la vida. Así lo constata un estudio presentado durante la Reunión Anual de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes (EASD, por sus siglas en inglés) que se celebra estos días en Madrid.

Las madres, con este trastorno, tienen un alto riesgo de desarrollar diabetes unos años más tarde y sus hijos tienen un mayor riesgo de parto prematuro, de nacer con un peso mayor al normal para la edad gestacional y de tener hipoglucemia neonatal. Los niños también tienen un mayor riesgo de sufrir complicaciones cardiometabólicas más adelante en la vida, como la obesidad y la diabetes.

En el trabajo, dirigido por Assiamira Ferrara, de Kaiser Permanente Northern California, Oakland, (EE.UU), se llega a la conclusión de que, tras un diagnóstico de diabetes gestacional, una rápida intervención para mantener un control glucémico puede reducir el riesgo de que el bebé sufra obesidad en la infancia a un nivel similar al de los niños cuyas madres no tenían diabetes gestacional

Los autores analizaron datos de más de 258.000 mujeres que dieron a luz en EE. UU. entre 2011 y 2023. Se agrupó a un total de 17.316 mujeres con diabetes gestacional en función de la rapidez con la que lograron controlar su nivel de azúcar en sangre después del diagnóstico: establemente óptima (39,2 %), mejorando rápidamente hasta alcanzar el nivel óptimo (32,3 %), mejorando lentamente hasta alcanzar un nivel casi óptimo (16,7 %) y mejorando lentamente hasta alcanzar un nivel subóptimo (11,8 %).

A los 2-4 años de edad, la prevalencia de obesidad fue del 15,1% en los hijos de personas sin diabetes gestacional, y del 15,9%, 18,7%, 20,9% y 24,6% en los hijos de personas con DMG en trayectorias de control glucémico establemente óptimo, de rápida mejora, de lenta mejora a casi óptimo y de lenta mejora a subóptimo, respectivamente.

En el estudio se constata, además, que los hijos de personas con el mejor control de la glucemia (establemente óptimo o con rápida mejora) tenían un riesgo similar de obesidad que aquellos cuyas madres no tenían diabetes gestacional.

Por el contrario, los hijos de personas con un control glucémico más lento o subóptimo enfrentaban un riesgo significativamente mayor de obesidad. A la edad de 5 a 7 años, solo los niños del grupo establemente óptimo mantenían un riesgo de obesidad comparable al observado en los hijos de personas sin diabetes gestacional.

"La obesidad es difícil de revertir y aumenta el riesgo de diabetes y enfermedades cardíacas", subrayó la Dra.Ferrara, "por lo que reducir este riesgo es fundamental para la salud a largo plazo tanto de la madre como del niño".

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