Investigadores del Instituto de Salud Carlos III han establecido que la persistencia de un bajo nivel de viremia, en pacientes con VIH tratados con inhibidores de la transferencia de cadenas por la integrasa, altera desfavorablemente la función y composición de las poblaciones de linfocitos T. En la comparación con personas ...
Investigadores del Instituto de Salud Carlos III han establecido que la persistencia de un bajo nivel de viremia, en pacientes con VIH tratados con inhibidores de la transferencia de cadenas por la integrasa, altera desfavorablemente la función y composición de las poblaciones de linfocitos T. En la comparación con personas en las que el tratamiento suprimió la viremia a niveles indetectables, los científicos hallaron una disminuida frecuencia de linfocitos T CD8+ vírgenes y efectores de memoria (EM) de tipo 1, así como mayor activación y grado de senescencia tanto en linfocitos T CD4+ y CD8+ como en poblaciones terminalmente diferenciadas de linfocitos EM que expresan el marcador RA.
Verónica Briz, codirectora del estudio, afirma que una viremia de entre 50 y 200 copias por mililitro se asoció a una disminución de la actividad citotóxica de los linfocitos T, lo que podría resultar en una reducida capacidad de eliminar las células infectadas por el virus.
Adicionalmente, la presencia de marcadores de senescencia en los linfocitos T sería indicativo de pérdida progresiva de memoria inmunológica y de capacidad de proliferación, circunstancias que podrían incrementar el riesgo de futuras comorbilidades, teoriza la investigadora. Briz concluye subrayando que este es el primer estudio que ha explorado en profundidad los biomarcadores plasmáticos y celulares en linfocitos T CD4+ y CD8+, en una cohorte bien caracterizada de adultos con VIH de más de 50 años de edad.