Publicidad
Publicidad

Un estudio del Hospital del Mar revela nuevas oportunidades de sostenibilidad para reducir la huella de plástico en quirófanos

El Hospital del Mar ha publicado un estudio innovador sobre la cantidad de residuos plásticos generados en cirugías ortopédicas, mostrando que cada operación produce en promedio 7,3 kg de plástico. La investigación, presentada en International Orthopaedics, revela oportunidades significativas para reducir estos residuos mediante la sustitución de plásticos de un solo uso por materiales reciclables, lo que podría disminuir las emisiones de CO2 en un 40%.

13/09/2024

El sector sociosanitario es responsable del 10% del total de emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo y ha incrementado el uso de plásticos en un 15%, sobre todo en material de un solo uso. Y se calcula que, entre el 20 y el 70% de los residuos ...

El sector sociosanitario es responsable del 10% del total de emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo y ha incrementado el uso de plásticos en un 15%, sobre todo en material de un solo uso. Y se calcula que, entre el 20 y el 70% de los residuos generados en los hospitales, proceden de los quirófanos. Ahora, un estudio del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital del Mar ha cifrado de forma exacta cuántos quilogramos de plástico se generan en las operaciones. El trabajo lo publica la revista International Orthopaedics. 

El trabajo se ha llevado a cabo analizando la generación de residuos en unas setenta cirugías que se hicieron en el Hospital del Mar y en el Centro Esperança el año 2021. Todas se corresponden con intervenciones de prótesis de cadera, rodilla y hombro. La media de residuos plásticos generada llegó a los 7,3 quilogramos (con un máximo de 7,6 kg en cirugías de rodilla y un mínimo de 6,9 kg en las de hombro). El Dr. Carlos Torrens, jefe de la sección de extremidad superior del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología y autor del estudio, ha apuntado que "hay margen para reducir estas cifras cambiando partes no esenciales de las herramientas que se utilizan en la cirugía, sin que con ello se comprometa la seguridad y la efectividad de los procedimientos".  

Potencial para reciclar el 40% 

El estudio es uno de los primeros de su tipo llevado a cabo en el Estado. Los autores del trabajo calculan que substituir el plástico de un sol uso por materiales reciclables puede permitir ahorrar cerca de 160 kg de emisiones de CO2 por cada 100 cirugías o el equivalente a las emisiones de gases de efecto invernadero que se corresponderían con conducir un coche de motor de combustión durante más de 600 quilómetros.  

De hecho, el estudio apunta que hay potencial para reciclar el 40% de los residuos generados. Hay que tener en cuenta, que la legislación estatal obliga a descartar cualquier elemento que haya entrado en contacto con el paciente. Estos residuos se tratan en plantas de incineración. "Se trata de concienciar a los equipos, que entiendan que un pequeño cambio, un ahorro de pocos gramos, tiene un impacto muy importante sobre el medio ambiente", apunta el Dr. Torrens. 

Decisiones como utilizar unas herramientas de plástico o unas metálicas, utilizar un abordaje u otro o utilizando botellas de plástico para irrigar el área de la intervención y no otros sistemas, pueden suponer una importante reducción de los residuos no reciclables generado. En este último caso, de más de un quilogramo. También tienen una gran importancia las sábanas y otros materiales similares que se utilizan durante la cirugía. Suponen casi la mitad del peso de los residuos que se generan durante la cirugía. Incluso cambiar el empaquetado del material quirúrgico por parte de las empresas fabricantes puede tener impacto. Hay que recordar que, en el mundo, entre los años 1950 y 2015 se produjeron 8.300 millones de toneladas de plástico, y que esta producción se incrementa cada año. 

En este sentido, en el Hospital del Mar ya se trabaja en esta línea. De momento, los quirófanos del centro ya disponen de contenedores para plástico, hecho que reduce el material que se destina a incineración. Esta medida también se está implantando en los quirófanos del Centro Esperança, que también pertenece al Hospital del Mar.  

Un hospital que apuesta por la sostenibilidad ambiental 

El Hospital del Mar ha apostado de forma decidida por reducir su huella ambiental, minimizando su impacto sobre el entorno y en la línea de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas. La institución esté comprometida con la consecución del ODS 7, energía limpia y sostenible, el ODS 9, industria, innovación e infraestructuras, ODS 12, consumo y producción responsables, y el ODS 13, acción climática. La política medioambiental de los centros del Hospital del Mar forma parte de un eje estratégico del Plan de actuación transversal, que garantiza el compromiso con el territorio y las personas. 

En relación con la reducción de residuos, además de iniciativas como la puesta en marcha en los quirófanos, se ha potenciado la recogida selectiva instalando las llamadas islas de reciclaje. Se está trabajando para reducir el consumo de agua y por la mejora de la gestión de la uniformidad y la ropa plana, como sábanas, con más de 1,6 millones de kg lavados. También se ha apostado por reducir la huella de carbono con la apuesta por la red de distribución de agua caliente sanitaria y de climatización Districlima, que ya ha logrado un ahorro del 41% en las emisiones de CO2, con previsión de continuar en esta línea con la puesta en marcha de la nueva fase de la ampliación del Hospital del Mar. En este sentido, el nuevo edificio dispondrá de 1.600 m2 de placas fotovoltaicas para generar electricidad para cubrir el consumo propio. 

La iluminación con luces LED y la utilización de aplicaciones para el control de la luz y de la climatización, así como un diseño del edificio para favorecer la ventilación interior cruzada y la instalación de una doble piel en la fachada con lamas de protección solar, también ayudarán a reducir el impacto ambiental. Se calcula que los más de 2.700 m2 de cubiertas vegetales que habrá reducirán la huella de carbono en más de 2.000 toneladas de CO2 al año.  

Para evaluar la evolución e impacto de todo ello, se ha aprobado una política ambiental de la organización y se ha elaborado un plan de gestión energética y de suministros, con la elaboración de un cuadro de control para llevar a cabo el control de su avance.

Publicidad
Publicidad