Una revisión sistemática publicada recientemente en la revista eClinicalMedicine, del grupo The Lancet, concluye que se podría individualizar y reducir la duración de los tratamientos antibióticos para tratar la mayoría de infecciones respiratorias, adaptándolos a las necesidades de los pacientes. Contrariamente a la creencia habitual, en muchos casos acortar el ...
Una revisión sistemática publicada recientemente en la revista eClinicalMedicine, del grupo The Lancet, concluye que se podría individualizar y reducir la duración de los tratamientos antibióticos para tratar la mayoría de infecciones respiratorias, adaptándolos a las necesidades de los pacientes. Contrariamente a la creencia habitual, en muchos casos acortar el tiempo del tratamiento antibiótico minimiza el riesgo de resistencia antimicrobiana, además de reducir los efectos adversos que conlleva la medicación. La revisión, en la que ha participado el investigador del l´Institut d´Investigació en Atenció Primària Jordi Gol (IDIAPJGol) Carl Llor, muestra que en las consultas de Atención Primaria se suelen prescribir tratamientos antibióticos excesivamente largos.
Los antibióticos han sido fundamentales para salvar vidas y prevenir infecciones, pero su efectividad está en riesgo debido al aumento de la resistencia a los antimicrobianos, provocado por el abuso de estos medicamentos. Aproximadamente el 80 % de los antibióticos se prescriben en Atención Primaria, una buena parte de los cuales para tratar infecciones del tracto respiratorio, que son muy frecuentes. Aunque en los últimos años se han hecho esfuerzos para hacer frente al uso excesivo de antibióticos, como mejorar la comunicación con los pacientes, ofrecer materiales informativos, disponer de herramientas de diagnóstico rápido en las consultas o aplicar estrategias de prescripción diferida, solo se ha logrado reducir hasta un 4 % la media de exposición de la población a los antibióticos.
Ajustar el tratamiento a la duración de los síntomas
Esta revisión de estudios publicados sobre el tema destaca que cada persona metaboliza los medicamentos de manera diferente, lo que hace que el tratamiento antibiótico estándar no sea adecuado para todos. Factores como la edad, las comorbilidades, la presencia de otras enfermedades debilitantes o el estado del sistema inmunitario del individuo influyen en la duración del tratamiento para cada individuo, y en algunos casos, bastaría con una semana o incluso tres días de tratamiento. En los hospitales, se pueden utilizar biomarcadores para determinar la duración óptima del tratamiento con antibióticos, pero estos recursos a menudo no están disponibles en la atención primaria.
Esta revisión indica que se podría reducir la duración del tratamiento antibiótico cuando mejoran los síntomas sin perder efectividad. Aun así, antes de recomendar esta práctica en el ámbito clínico, sería necesario realizar un ensayo clínico aleatorizado que permitiera comparar la individualización de la duración del tratamiento antibiótico con las necesidades de cada paciente. Está previsto que el IDIAPJGol lleve a cabo próximamente este estudio clínico.
El líder del Grupo de Investigación en Infecciones en Atención Primaria del IDIAPJGol, Carl Llor, quien es el primer firmante del trabajo, destaca que "sustituir la práctica tradicional de tratamientos de duración fija por un enfoque individualizado y centrado en el paciente podría mejorar la atención, reducir la exposición de los pacientes a los antibióticos, disminuir los efectos secundarios y ayudar a reducir la resistencia antimicrobiana, algo que ahora tendremos que validar en un ensayo clínico".