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Identificado el mecanismo de toxicidad dermatológica causada por el econazol

Los hallazgos señalan una potencial diana terapéutica para tratar los efectos adversos producidos por algunos antifúngicos derivados del imidazol.

17/09/2024

Investigadores japoneses han descubierto que el econazol, antifúngico de uso común, activa el receptor nociceptivo TRPA1 en neuronas sensoriales, lo que podría explicar las sensaciones de dolor, prurito y quemazón asociadas a su aplicación tópica. Concentraciones intermedias del fármaco indujeron la activación de neuronas del ganglio de la raíz dorsal ...

Investigadores japoneses han descubierto que el econazol, antifúngico de uso común, activa el receptor nociceptivo TRPA1 en neuronas sensoriales, lo que podría explicar las sensaciones de dolor, prurito y quemazón asociadas a su aplicación tópica. Concentraciones intermedias del fármaco indujeron la activación de neuronas del ganglio de la raíz dorsal de ratones, manifestada en forma de flujo de calcio desde el espacio extracelular al citoplasma. La movilización de este ion fue dependiente de la activación del TRPA1, como se demostró en neuronas derivadas de ratones genéticamente deficientes en este receptor. 

Toshio Ohta, científico de la Universidad de Tottori y director del estudio, afirma que estas neuronas sólo respondieron a concentraciones elevadas de econazol. En contraste, en neuronas deficientes en el receptor relacionado TRPV1 el fármaco mostró una actividad similar a la observada en neuronas normales, asegura el investigador. Ohta señala que las concentraciones elevadas de econazol inducen un tipo de movilización de calcio distinta, en la que el ion es liberado al citoplasma desde compartimentos intracelulares, lo que explicaría la activación de las neuronas sensoriales por mecanismos independientes de TRPA1.

En experimentos similares los científicos determinaron que el miconazol, estructuralmente relacionado con el econazol, muestra un perfil de actividad similar, aunque con menor grado de especificidad. En contraste, el fluconazol no activó ninguno de los dos receptores estudiados. Los hallazgos indicarían que los derivados del imidazol, tales como el econazol y el miconazol, causan irritación de la piel como consecuencia de su interacción con el TRPA1, lo que abre la posibilidad de inhibir este receptor, con el objetivo de reducir estos efectos adversos, concluye Ohta.

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