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La OMS aboga por la mejora de la seguridad diagnóstica en el Día mundial de la seguridad del paciente

La seguridad del paciente es una cuestión relevante en el terreno de salud pública a escala mundial.  No en vano, cada diez pacientes sufren los efectos de una atención errónea en los centros sanitarios, que provocan millones de muertes y costes económicos anuales, la mitad de los cuales, según la OMS, podrían evitarse. De ahí la relevancia del Día Mundial de la Seguridad del Paciente que se celebra este martes, haciéndose hincapié, en esta ocasión, en la importancia de un diagnóstico correcto y oportuno.

17/09/2024

La seguridad del paciente es definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como "la ausencia de daño evitable a un paciente y la reducción del riesgo de daño innecesario asociado con la atención médica a un mínimo aceptable". En el contexto más amplio del sistema de salud, es ...

La seguridad del paciente es definida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como "la ausencia de daño evitable a un paciente y la reducción del riesgo de daño innecesario asociado con la atención médica a un mínimo aceptable". En el contexto más amplio del sistema de salud, es "un marco de actividades organizadas que crea culturas, procesos, procedimientos, comportamientos, tecnologías y entornos en la atención médica que reducen de manera consistente y sostenible los riesgos, reducen la ocurrencia de daños evitables, hacen que los errores sean menos probables y reducen el impacto del daño cuando ocurre".

Con motivo de la celebración, este martes 17 de septiembre, del Día Mundial de la Seguridad del Paciente, este año, dedicado a "Mejorar el diagnóstico para la seguridad del paciente", la OMS ha incidido en la importancia de un diagnóstico correcto y oportuno para garantizar la seguridad del paciente y mejorar los resultados de salud.

Según datos manejados por su director general, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus "alrededor de uno de cada diez pacientes sufre daños en la atención sanitaria, lo que se traduce en más de tres millones de muertes al año en todo el mundo, de los cuales, más de la mitad de estos daños son evitables".

Precisamente, algunos de los principales eventos adversos comunes, identificados por la OMS, que pueden resultar en daños evitables al paciente pasan por: errores de medicación, procedimientos quirúrgicos inseguros, infecciones asociadas a la atención médica, errores de diagnóstico, caídas de pacientes, úlceras por presión, identificación errónea de pacientes, transfusión de sangre insegura y tromboembolia venosa.

Manejo en la seguridad diagnóstica

Desde el punto de vista de la OMS, la seguridad diagnóstica se puede mejorar significativamente si se comienza por abordar los problemas sistémicos y los factores cognitivos que pueden conducir a errores de diagnóstico. Los factores sistémicos son vulnerabilidades organizacionales que predisponen a errores de diagnóstico, como fallas de comunicación entre los trabajadores de la salud o entre los trabajadores de la salud y los pacientes, cargas de trabajo excesivas y trabajo en equipo ineficaz. Los factores cognitivos incluyen la capacitación y la experiencia del médico, así como la predisposición a los sesgos, la fatiga y el estrés.

Al respecto, algunas de las recomendaciones difundidas por dicha organización dirigidas al personal sanitario pasan por: mantener los conocimientos y habilidades actualizados e integrar el aprendizaje en la práctica asistencial diaria; aglutinar y manejar toda la información posible sobre cada uno de los pacientes y considerar cuidadosamente aquella que sea contradictoria, además de aprovechar la tecnología y, si fuera necesario, buscar una segunda opinión consultando a los compañeros. 

Tal como se defiende desde la OMS, un sistema de salud seguro es aquel que adopta todas las medidas necesarias para evitar y reducir los daños mediante actividades organizadas, entre ellas: garantizar el compromiso del liderazgo con la seguridad y la creación de una cultura en la que la seguridad sea prioritaria; promover un entorno de trabajo seguro y la seguridad de los procedimientos y procesos clínicos; y desarrollar las competencias de los trabajadores sanitarios y asistenciales y mejorar el trabajo en equipo y la comunicación.

Asimismo, recomienda involucrar a los pacientes y a las familias en el desarrollo de políticas, la investigación y la toma de decisiones compartida; y establecer sistemas de notificación de incidentes de seguridad del paciente para el aprendizaje y la mejora continua. 

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