Es un problema social. España es uno de los países con mayor esperanza de vida. Por eso, hay una alta fragilidad de los pacientes. Hubo una sesión dedicada a la oncogeriatría como pilar de soporte y la atención a los pacientes mayores en el XXII Congreso Nacional de la Sociedad ...
Es un problema social. España es uno de los países con mayor esperanza de vida. Por eso, hay una alta fragilidad de los pacientes. Hubo una sesión dedicada a la oncogeriatría como pilar de soporte y la atención a los pacientes mayores en el XXII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR), moderada por los doctores Luis Olay Gayoso y Pilar Samper Ots.
La Dra. Sara Pedraza Fernández se encargó de las opciones de hipofraccionamiento en pacientes mayores frágiles. Remarcó que el problema es que no hay un umbral cronológico de lo que es un paciente mayor, cuando sí que "hay un incremento de los pacientes mayores en los servicios de oncología radioterápica". Por eso, "hay que estar preparados", ya que "la decisión de tratamiento es compleja". Hay que primar la calidad de vida frente a la curación. En cáncer de mama, las que han recibido radioterapia son las más frágiles. La prevalencia de la fragilidad en el cáncer de pulmón es del 45 %. Destacó que hay que valorar adecuadamente al paciente mayor, y no despreciarlo, porque podría tolerar perfectamente una quimioterapia. Las sociedades académicas recomiendan el hipofraccionamiento en pacientes seleccionados. Hay muy pocos estudios de hipofraccionamiento dirigidos a pacientes mayores.
Dejó claro que "no debemos infratratar al paciente por la edad, sino que es necesaria una valoración individualizada de la situación basal, comorbilidad y deseos del paciente". De esta manera, la valoración multidisciplinar de los pacientes ancianos ayuda en la selección del tratamiento. Asimismo, el tratamiento radioterápico es un pilar fundamental en la población geriátrica por sus limitados efectos sistémicos y su carácter no invasivo. Aseveró que "el desarrollo tecnológico permite realizar hipofraccionamientos con seguridad y eficacia". El hipofraccionamiento puede valorarse en la población anciana y frágil, aunque son necesarios estudios con este perfil de pacientes que arrojen resultados más robustos.
La Dra. Carolina de la Pinta Alonso comparó la cirugía versus la radioterapia versus la omisión de tratamiento en paciente mayor frágil. En 2040, más del 20 % de la oblación será mayor de 70 años. Será un grupo expuesto a carcinógenos más tiempo y tendrá más susceptibilidad a los tratamientos. Eso sí, no hay programas de cribado y es una población a la que no se identifica en los ensayos. Incidió en la importancia de individualización a la hora del tratamiento. Hizo hincapié en que son primordiales los deseos del paciente. El objetivo será curación sin poner en riesgo la vida del paciente ni poniendo en riesgo sus condiciones. En cáncer de pulmón, el tratamiento postoperatorio de nuevo hay que individualizarlo. Del cáncer de recto, mostró un algoritmo de tratamiento en paciente de 70 años, evaluando al paciente en un comité multidisciplinar. Una estrategia en marcha es la braquiterapia.
Sus conclusiones fueron que la incidencia del cáncer aumenta con la edad y que, en 2040, más del 20% de la población será mayor de 70 años. Este grupo poblacional no está incluido en programas de cribado ni en ensayos clínicos. "Debemos conocer la situación funcional, comorbilidades, esperanza de vida y preferencias de los pacientes para adaptar los tratamientos", expresó. Igualmente, "buscar la curación sin poner en riesgo la vida del paciente ni empeorar su situación global", identificando los candidatos mediante el manejo multidisciplinar. Con todo, "son necesarios ensayos clínicos de este grupo poblacional" y "es fundamental identificar pacientes candidatos o no a tratamientos con radioterapia". La radioterapia puede ser una buena alternativa a tratamiento quirúrgico en algunos escenarios en estos pacientes.