El XXII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) debatió en sesión plenaria lo que se hace en un servicio de oncología radioterápica, moderado por el Dr. Javier Serrano Andreu. La idea era dar a conocer a los pacientes lo que hacen los oncólogos radioterápicos. Le acompañó ...
El XXII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR) debatió en sesión plenaria lo que se hace en un servicio de oncología radioterápica, moderado por el Dr. Javier Serrano Andreu. La idea era dar a conocer a los pacientes lo que hacen los oncólogos radioterápicos. Le acompañó una paciente, Gloria, a la que dieron radioterápica hace cinco años, "porque era la única solución que había".
¿Cómo empieza un tratamiento con radioterapia? Su doctora, Sonia, se unió al escenario. La paciente contó que en la primera consulta sintió que se cayeron muy bien, y que la doctora le explicó todo muy pormenorizadamente, diciéndole que "no era un paseo", y que le reveló la gravedad del asunto. Sonia afirmó que es fundamental la relación médico-paciente y detallar los pasos para que el paciente sepa a lo que se va a enfrentar y que en todas las fases del tratamiento va a estar acompañado.
Igualmente, acudió la que fue su enfermera. Comentó que le daban asesoramiento nutricional y acerca del cuidado de la piel. Gloria destacó que se sentía como una bebé y que necesitó ayuda respecto a la alimentación. Se tuvieron que ir cambiando texturas.
Un momento clave es la simulación, que es hacerse el TAC, la máscara. El técnico aclaró que a nivel técnico hay que ser muy preciso no sólo un día, sino 35, que hay que cubrir las necesidades emocionales del paciente. "Cuando me pusieron por primera vez la máscara, pensé que esta guerra no es para mí", confesó. Le animaron. Le detallaron lo que le iban a hacer. Quitarse el miedo depende de uno mismo, para quitarse el miedo. Los técnicos son la mano más cercana para transmitir lo importante que es pasar por la máscara.
Una fase más desconocida para los pacientes es que, una vez hecha la simulación, el paciente se marcha a casa y los profesionales diseñan el tratamiento. Esa parte empieza por el registro y la preparación de las imágenes, para decidir la zona a tratar, los volúmenes que hay que irradiar y los órganos a proteger. Aitor precisó que el departamento de Física llega con los contorneos. El médico dice los requisitos que se necesitan. Con aspectos técnicos, se tienen que llegar a los objetivos que se han planteado.
Tras la prescripción del médico, el momento cumbre es cuando entra en escena "un ser superior". Juan, el radiofísico, es el que convirtió en realidad lo que el médico decidió. "Nosotros somos el arquitecto del tratamiento. Nosotros intentamos maximizar la dosis en el tumor minimizándola en los órganos sanos, con un software y cálculos", informó. El momento crucial es el de sacar las cartas. A Sonia, la doctora, le llega el mensaje de que el plan está preparado. "Yo siempre voy a pretender que el tumor reciba el 100 % de la dosis que quiero que reciba y los órganos sanos el 0 %", dijo ella. Juan sostuvo que hay que llegar a un equilibrio entre voluntad y seguridad, y por eso es importante la comunicación entre el médico y el físico. Es desarrollar todo un procedimiento entre profesionales.
Ningún tratamiento se pone en marcha sin que haya pasado controles de calidad. Lo principal es la seguridad del paciente. Se usan máquinas de alta complejidad y hay que asegurarse la dosis que se va a emplear. El gran día es el de iniciar el tratamiento. En la unidad de tratamiento, están los técnicos, los especialistas, Lorena y María. "Es muy importante que el paciente esté colocado como en la simulación. La máscara debe estar ajustada como ese día, aunque la suelen notar más apretada, porque la máscara endurece", expusieron. Gloria afirmó que se lo explicaron todo, que estaba expectante, pero que estaba nerviosa. La verificación de los parámetros, que el paciente sea consciente de a qué se va a someter, que no lleva a ningún peligro inminente, que vea que no está solo, son objetivos para que todo salga bien.
Hay distintos esquemas de tratamientos, más largos, más cortos. Habitualmente son de varias semanas. Las personas con las que se establece un contacto más estrecho son estos técnicos. Se intenta ir un paso por delante para que no haya la intranquilidad de no saber qué se va a hacer. Ahí es fundamental la labor de Enfermería. Existe un control periódico de que no ha habido cambios en el paciente. Eso conlleva la replanificación y se inicia de nuevo el proceso. Se persigue que en cada sesión se den las mejores condiciones. Gloria se mostró agradecidísima por el viaje que se hizo de su tratamiento. Hay muchas glorias. Para que un solo paciente pueda recibir un tratamiento adecuado, hace falta mucha coordinación. SEOR quiere ser un aliado de los pacientes.