Justo antes de su clausura, el XXII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Oncología Radioterápica (SEOR), en sala plenaria, albergó el debate de dónde venimos y hacia dónde vamos en oncología radioterápica de la mano de los doctores Albert Biete Solá, Jorge Contreras Martínez, Carmen Rubio Rodríguez y Javier Serrano Andreu.

Fue, en palabras de Rubio Rodríguez, "un viaje". Biete Solá rememoró que la Asociación Española de la Radio Oncología (AERO) supuso el progresivo alejamiento de la electrorradiología y proximidad a la naciente oncología. Se aprobaron sus estatutos en junio de 1978. Nació como una filial de la Sociedad Española de Electrología y Radiología Médica (SEREM). Su primer congreso fue en Barcelona, en noviembre de 1982. Se celebró en el Instituto de Higiene y Seguridad en el Trabajo. Unos años más tarde, en 1988, la AERO dejó de ser filial de la SEREM y se independizó. Jordi Craven-Bartle fue el primer presidente de la AERO independiente. La localización anatómica fue uno de los temas que más se trataron en sus congresos. Comentó que el hacerlo en una comunidad en concreto estimulaba el que los especialistas de las zonas hicieran más comunicaciones. Mostró la evolución de las imágenes de la AERO.

Jorge Contreras Martínez, que fie presidente de SEOR desde 2019 hasta 2021, contó qué él se incorporó a la sociedad en 2005. Mencionó a los expresidentes de esta organización: Ana Mañas, Ismael Herruzo, Ferrán Guedea, Alfredo Ramos, José López Torrecillas, Pedro Lara, Carlos Ferrer, Jorge Contreras y Antonio Gómez Caamaño. El cambio de la AERO a la SEOR fue "un punto de inflexión". "La oncología radioterápica, desde es punto de vista de la imagen, es difícil de vender", reconoció. Una cosa en común de las juntas directivas ha sido, como estrategia, una demanda de recursos. El 40 % de los pacientes se cura con radioterapia, pero ésta sólo tiene el 5 % de los recursos. Afirmó que la pandemia de la COVID-19 les hizo creer que iba a ser el final de la SEOR, pero que luego llegó el plan INVEAT y las donaciones de la Fundación Amancio Ortega. Estuvo de acuerdo con que hay que darle más visibilidad a la especialidad. Otro punto de inflexión fue hacer una Auditoria SEOR. Además, su viabilidad económica esta garantizada. Carmen Rubio es la actual presidenta y Javier Serrano es el presidente electo. "Fuimos, somos y seremos lo que queramos ser", concluyó Contreras Martínez.

"Me han dejado en el mejor momento de nuestra Sociedad, a nivel económico y tecnológico. Estamos en un momento de transformación importante", consideró Rubio Rodríguez. La especialidad tiene una visión transversal e integrativa. Se ha crecido en tratamientos de radiocirugía, por ejemplo. Se ha avanzado en los nuevos esquemas de tratamiento, con el hipofraccionamiento. La braquiterapia y la radioterapia intraoperatoria son áreas que singuen avanzando. En 2023, tendremos 13 unidades de protonterapia en España. El diagnóstico molecular y genético del cáncer ha cambiado. El big data está cambiando los servicios, agilizando los procesos y haciendo que la asistencia sea más ágil. Todo ello sin olvidar la parte humana de la especialidad. Las líneas estratégicas que sigue SEOR son las heredadas de sus antecesores en las juntas directivas anteriores, para dar la transversalidad y la visibilidad que necesitan. Remarcó el apoyo a Enfermería, a los técnicos y a los residentes. "Mantendremos el aula de formación avanzada", aseveró. Con IRAD, se dará apoyo, al igual que con el máster de la SEOR. Las plataformas interdisciplinares, como la de pacientes o la de protonterapia, se han creado para aunar más apoyo. Declaró que es muy importante el nuevo portal de transparencia y que seguirán "trabajando con ilusión en los nuevos proyectos por delante".

Por último, Serrano Andreu, respecto al hacia dónde vamos, sostuvo que una de las prioridades a corto plazo de la SEOR es la protonterapia. Reconoció que ésta genera incertidumbre, aunque "se puede acotar". Su gran fortaleza es "la protección de tejidos sanos". La primera debilidad que tenemos como nación a la hora de implantarla es que hay 17 sistemas de salud y hay que trabajar para llegar a la igualdad. La indicación o no indicación de la técnica no debe basarse en la técnica en sí. Por lo tanto, propuso utilizar el término prioridad versus indicaciones. Afirmó que "nos está mirando todo el mundo". Otra fortaleza está en su evidencia. La gran oportunidad es ser líderes en innovación. A su juicio, "SEOR tiene que liderar y promover el ecosistema perfecto para que la protonterapia sea una excusa para parar, para empezar todos a utilizar un nuevo tipo de tratamiento, y así reflexionar sobre qué debe ser un oncólogo radioterápico los próximos diez años". Propuso salir de la cueva y conectar con otras especialidades de una manera colaborativa, real. Es decir, trabajar en red. Eso permitirá optimizar y avanzar. Cuando se optimicen los procesos, cuando esté interiorizada la inteligencia artificial (IA), se tendrá un 80 % de tiempo libre para priorizar en lo importante, que es el paciente. Con todo, "hay que cambiar el foco". Si se hace, "seremos en una década la especialidad con más futuro de este país".

Ya en la clausura, el Dr. Germán Juan Rijo cedió el testigo a Alicante. Tanto él como Rubio Rodríguez se mostraron satisfechos por su marcha y dio las gracias a los más de 800 asistentes.