Los medicamentos son productos indispensables para la salud humana. Sin embargo, su uso excesivo y su eliminación inadecuada hacen que algunos principios activos (API, por sus  siglas en inglés) se liberen en el medioambiente, contaminen el agua y el suelo, entren en el ciclo alimentario e interfieran en el metabolismo de los seres humanos y de otras especies animales.  

La empresa italiana Aboca, tras haber demostrado clínicamente la eficacia, seguridad y  tolerabilidad de Metarecod, demuestra también su fácil biodegradabilidad en comparación con un medicamento a base de metformina. La técnica utilizada y desarrollada por la healthcare company italiana es la moderna y fiable UHPLC-qToF (Ultra High Performance Liquid Chromatography acoplada a  un espectrómetro de masas qToF), capaz de demostrar que los compuestos complejos naturales y no naturales no son igualmente biodegradables.  

En el marco legislativo actual, una de las primeras pruebas para evaluar el efecto medioambiental de los API y compuestos químicos es la prueba de biodegradabilidad fácil (RBT, por sus siglas en inglés), que suele realizarse con compuestos puros y según distintos protocolos elaborados por la OCDE (Organización  para la Cooperación y el Desarrollo Económico). Estas pruebas consisten en incubar los microorganismos  y la sustancia analizada en condiciones controladas y, a continuación, monitorizar la cinética de biodegradación durante al menos 28 días mediante la evaluación de parámetros como el consumo de oxígeno, la producción de dióxido de carbono o el consumo de carbono orgánico disuelto.  

En el trabajo publicado en el Journal of Mass Spectrometry, Aboca se propuso mejorar la evaluación  de los resultados de la prueba de biodegradabilidad fácil a través de técnicas analíticas avanzadas basadas en la espectrometría de masas, no solo de los API (como exige la legislación), sino también de  todo el producto en su conjunto, ya que en la biodegradabilidad puede influir significativamente toda la  formulación. El enfoque adoptado en este estudio es similar al experimentado en Grintuss, producto  sanitario 100 % natural a base de sustancias de Aboca para la tos seca, productiva y persistente.  

En este estudio se compararon dos productos terapéuticos: por un lado, un medicamento que  contiene metformina, principio activo tradicionalmente utilizado para el tratamiento de la diabetes de tipo 2; por otro lado, Metarecod, un producto sanitario 100 % natural a base de sustancias desarrollado por Aboca, indicado para el tratamiento de los parámetros metabólicos alterados e incluso para el síndrome metabólico. Las dos mezclas mostraron perfiles de biodegradabilidad diferentes. De hecho, el análisis confirmó la fácil biodegradabilidad de Metarecod, mientras que la formulación farmacéutica de síntesis no resultó fácilmente biodegradable, demostrando su dificultad para reincorporarse al ciclo del ecosistema. 

El estudio logró el importante objetivo que Aboca se había marcado: poner de manifiesto que, a la hora de elegir un tratamiento terapéutico, cada vez es más necesario evaluar no solo su eficacia,  sino también su relación riesgo/beneficio y sus efectos en el medioambiente.  

Se ha confirmado por tanto que la biodegradación de los medicamentos complejos debería analizarse mediante un enfoque analítico metabolómico. De hecho, la comparación realizada en el estudio publicado fue posible gracias a la obtención de la «huella digital» de los dos productos, que fueron sometidos al estudio de biodegradación mediante la RBT y el enfoque UHPLC-qToF no dirigido y dirigido desarrollado por Aboca.  

Según Luisa Mattoli, responsable del Departamento de biodegradabilidad de Aboca, "ya se sabía que la metformina pura no era biodegradable, pero con este estudio hemos observado lo que ocurre cuando esta sustancia forma parte de una formulación compleja. Es aquí donde la UHPLC-qToF ha sido fundamental. Nuestro método muestra la presencia de compuestos y metabolitos no biodegradables tras un cierto período de tiempo. Confirma que la formulación compleja de los medicamentos puede modificar la biodegradabilidad de sus diferentes componentes." Y prosigue Mattioli, "Por lo tanto, no basta con cuantificar únicamente el consumo de oxígeno por parte de los microorganismos durante la biodegradación, como hace la RBT. Estos podrían biodegradar algunas sustancias y dejar otras intactas o parcialmente degradadas, tal vez persistentes y nocivas. Se confirma entonces la no biodegradabilidad de  la metformina incluso cuando forma parte de un producto formulado. De hecho, esta ha resultado intacta al final de la prueba realizada, con la formación de trazas de metabolitos, a diferencia de Metarecod, que ha resultado fácilmente biodegradable. Aboca se sitúa así a la vanguardia de los tratamientos terapéuticos basados en la evidencia y al mismo tiempo respetuosos con el organismo y con el medioambiente desde una perspectiva One Health", concluye Luisa Mattioli.