En los últimos años se han logrado avances significativos en la prevención y tratamiento de las hepatitis virales, especialmente en la hepatitis C. Sin embargo, esta patología sigue representando un desafío para la salud pública, con áreas de mejora como la inversión, el apoyo gubernamental o el diagnóstico temprano. Este ...
En los últimos años se han logrado avances significativos en la prevención y tratamiento de las hepatitis virales, especialmente en la hepatitis C. Sin embargo, esta patología sigue representando un desafío para la salud pública, con áreas de mejora como la inversión, el apoyo gubernamental o el diagnóstico temprano. Este es uno de los temas principales del simposio "Juntos estamos más cerca que nunca de hacer Historia", organizado por AbbVie en el marco del IX Congreso Nacional Del Grupo De Hepatitis Víricas (GEHEP), donde se abordarán los temas más relevantes del presente y futuro de las hepatitis víricas.
Según datos del Ministerio de Sanidad, desde la llegada de los antivirales de acción directa (AAD), cerca de 165.000 pacientes con hepatitis C han sido tratados en España. Sin embargo, se estima que aún hay entre 20.000 y 30.000 personas con hepatitis C en nuestro país que deben ser diagnosticadas y tratadas.
Como indican los expertos, la ralentización en la búsqueda, el diagnóstico y el tratamiento de pacientes puede tener consecuencias muy negativas tanto para los pacientes, como para el sistema sanitario y la sociedad en general. "Estamos cada vez más cerca de conseguir la eliminación de la hepatitis C, pero los pacientes que aún quedan por tratar son más difíciles de identificar y, una vez diagnosticados, es complicado que sigan el tratamiento y logren la curación", indica el doctor Carlos Galera Peñaranda, jefe de Sección de Medicina Interna, Unidad VIH e ITS(UNITS) del Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca.
En este contexto, el diagnóstico puede ser un desafío, ya que la infección crónica por el VHC suele ser clínicamente silenciosa hasta que la enfermedad ha progresado significativamente. "Debemos tener presente que el perfil de las personas afectadas ha cambiado con el tiempo. Por ello, es crucial enfocarse en la búsqueda activa de posibles pacientes con hepatitis C que todavía no han sido diagnosticados, así como de aquellos que, a pesar de estar diagnosticados, no pueden acceder al tratamiento debido a diversas barreras. Entre los grupos vulnerables están las personas que consumen drogas inyectables, aquellas en situación de calle o en entornos de privación de libertad, donde el acceso al sistema de salud puede ser más limitado", explica el doctor Antonio Rivero, catedrático de Enfermedades Infecciosas de la Universidad de Córdoba.
Durante el simposio, los profesionales hablarán de la importancia de continuar trabajando y mejorando las estrategias actuales, así como la promoción del diagnóstico y la mejora del proceso de tratamiento. En este sentido, como explica el doctor Antonio Rivero "lejos de considerar que la hepatitis C es un problema ya resuelto, existen todavía puntos a mejorar como la puesta en marcha de programas de microeliminación dirigidos a poblaciones marginales o de alto riesgo. Es importante seguir evaluando, cribando y animando a los grupos de población vulnerables que hayan dado positivo a que accedan al tratamiento y reducir así la dispersión de la hepatitis C entre estos grupos".
La importancia de la búsqueda activa de pacientes
El objetivo de eliminar la hepatitis C se enfrenta a un reto importante: localizar y tratar a pacientes no diagnosticados, especialmente en grupos vulnerables. A pesar de los avances logrados en los últimos años, la pandemia Covid-19 ha frenado significativamente este proceso de cribado.
Durante el simposio, se subrayará la necesidad de una mayor responsabilidad de los profesionales de salud que interactúan directamente con estas poblaciones, que juegan un rol fundamental en supervisar los tratamientos y facilitar el acceso al mismo. Como señala el doctor Carlos Galera: "Es necesario proporcionar apoyo en las necesidades más básicas de estas personas para que puedan acceder al tratamiento".
En este sentido, es fundamental la coordinación continua entre los profesionales de primera línea y los especialistas médicos, lo que asegura un tratamiento eficaz y oportuno. Gracias a todas estas medidas, España sigue avanzando hacia la eliminación de la hepatitis C. Sin embargo, no debemos dar la tarea por terminada. "Hemos avanzado mucho, pero aún queda camino por recorrer y, en algunos aspectos, este resulta más complicado que lo logrado hasta ahora", indica Carlos Galera. "Mientras queden personas con la infección, no habremos conseguido el objetivo deseado por todos de eliminar por fin esta enfermedad", añade. Por su parte, Antonio Rivero concluye que "en la situación actual, es esencial la búsqueda activa de pacientes y el apoyo para que estos pacientes se conecten con el sistema, no pierdan esta conexión y se les permita cumplir con el tratamiento".