Un equipo internacional de investigadores ha demostrado el potencial de las vesículas extracelulares (VEs) derivadas de plaquetas de donantes sanos, en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson y del traumatismo cerebral. En este último modelo la administración intranasal de las VEs durante los días siguientes a la lesión redujo ...
Un equipo internacional de investigadores ha demostrado el potencial de las vesículas extracelulares (VEs) derivadas de plaquetas de donantes sanos, en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson y del traumatismo cerebral. En este último modelo la administración intranasal de las VEs durante los días siguientes a la lesión redujo los niveles de citoquinas proinflamatorias en el córtex a los 7 días, mientras que en el modelo de Parkinson la dosificación profiláctica previno la pérdida de neuronas sintetizadoras de dopamina en la sustancia negra. Aunque las mejoras motoras en estos animales fueron variables, los científicos constataron un significativo incremento en la frecuencia de erguimiento sobre las patas traseras, capacidad que de otro modo queda severamente afectada por el agente químico utilizado para inducir el Parkinson.
David Devos, investigador de Lille Neuroscience & Cognition y codirector del estudio, afirma que las VEs han sido obtenidas mediante el centrifugado secuencial de concentrados plaquetarios anticoagulados de grado clínico, normalmente utilizados en transfusiones. Estas VEs contienen una amplia variedad de proteínas, incluyendo múltiples factores de crecimiento, tales como el VEGF, PDGF, EGF y el factor neurotrófico BDNF, asegura el científico.
Experimentos adicionales in vitro confirmaron la neuroprotección en neuronas dopaminérgicas expuestas a una neurotoxina, en las que la viabilidad celular a las 24 horas alcanzó el 71%, en marcado contraste con el 17% en las células sin tratamiento. Notablemente, las VEs también indujeron la diferenciación de una línea celular de neuroblastoma, sin activar la microglía. Devos concluye subrayando que el proceso de obtención de las VEs utilizado en este estudio podría contribuir a optimizar el uso de plaquetas de donantes, especialmente en países en los que el presupuesto sanitario se encuentra limitado.