Los tumores de tejidos blandos se desarrollan en los tejidos conectivos y de sostén del cuerpo, como los músculos y la grasa. Son relativamente poco frecuentes, pero pueden afectar a personas de cualquier edad. Los que son malignos o cancerosos se denominan sarcomas. A pesar de que la incidencia del sarcoma ...
Los tumores de tejidos blandos se desarrollan en los tejidos conectivos y de sostén del cuerpo, como los músculos y la grasa. Son relativamente poco frecuentes, pero pueden afectar a personas de cualquier edad. Los que son malignos o cancerosos se denominan sarcomas.
A pesar de que la incidencia del sarcoma es mayor entre el grupo de pacientes adolescentes y adultos jóvenes que entre los adultos mayores (representa el 8 por ciento de los diagnósticos de cáncer frente a sólo el 1 por ciento), las mejoras en las tasas de supervivencia en el grupo de edad AYA, definido como personas de 16 a 39 años en el momento del diagnóstico, no han seguido el ritmo de las de los pacientes que pertenecen a otros grupos de edad.
Las investigaciones en torno a esta disparidad apuntan a la falta de servicios específicos para cada edad y la escasa representación de personas del grupo de edad más joven en los ensayos clínicos. Estos factores implican que los tratamientos actuales están mayormente optimizados para adultos mayores y no siempre funcionan de manera eficaz para los menores.
En este contexto, investigadores del Instituto de Investigación del Cáncer de Londres, convencidos de que las diferencias biológicas entre los grupos de edad debían influir en estos resultados inconsistentes, se propusieron analizar retrospectivamente las características de los conjuntos de proteínas expresados en pacientes de diferentes edades. Utilizaron datos de 309 personas con sarcomas de tejidos blandos o tumores benignos de tejidos blandos, conocidos como tumores desmoides. En la cohorte estaban representados nueve tipos de sarcoma, incluidos el angiosarcoma, el sarcoma de células claras y el leiomiosarcoma.
Al analizar los perfiles proteicos de diferentes tipos de tumores de tejidos blandos, los investigadores demostraron que existen claras diferencias biológicas entre estos grupos de edad, según los resultados de su estudio, publicado en ´Communications Medicine´.
Según los datos ofrecidos, identificaron un total de 8.148 proteínas en todas las muestras de pacientes y cuantificaron 3.299 de ellas. Descubrieron que 32 de las proteínas eran más abundantes en los pacientes jóvenes que en los adultos mayores, mientras que 35 eran más abundantes en los adultos mayores. Una vez que los investigadores ajustaron los resultados para tener en cuenta otras variables, como el tamaño del tumor, la ubicación anatómica y el subtipo de sarcoma, cinco de estas proteínas siguieron siendo significativas.
En general, los pacientes mayores tenían niveles más altos de una proteína involucrada en la regulación del ciclo celular, mientras que las proteínas que eran más abundantes en los menores tienen un papel en el soporte estructural y la función de las mitocondrias, que generan energía para las células. Dichas diferencias, según los autores, podrían afectar a la forma en que los sarcomas responden al tratamiento, lo que, a su vez, influirá en la probabilidad de supervivencia de las personas.
"La falta de terapias adaptadas a los pacientes adolescentes y adultos jóvenes es una barrera clave para mejorar las tasas de supervivencia en este grupo de edad, lo que representa una importante necesidad insatisfecha. En este estudio, no solo caracterizamos las diferencias biológicas entre los pacientes jóvenes y los adultos mayores, sino que también identificamos una característica específica de la edad que puede servir como herramienta de estratificación del riesgo en el ámbito clínico", indicó, al respecto, el primer autor del estudio, Yuen Bun Tam, estudiante de doctorado del Grupo de Oncología Molecular y de Sistemas del ICR.