La aterosclerosis es una enfermedad en la que los lípidos, como el colesterol, y otras sustancias se acumulan en placas en la pared arterial, lo que hace que los vasos se endurezcan y estrechen, y aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares graves. Por su parte, la aterosclerosis subclínica es ...
La aterosclerosis es una enfermedad en la que los lípidos, como el colesterol, y otras sustancias se acumulan en placas en la pared arterial, lo que hace que los vasos se endurezcan y estrechen, y aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares graves. Por su parte, la aterosclerosis subclínica es una afección común en la que estas placas están presentes en una arteria sin causar ningún síntoma o signo de enfermedad. Puede afectar a personas de cualquier edad y provocar graves problemas de salud, como accidentes cerebrovasculares, ataques cardíacos e isquemia crónica que amenaza las extremidades.
A pesar de los grandes avances en la investigación cardiovascular, todavía no está claro si el riesgo de muerte por todas las causas en individuos asintomáticos se puede predecir monitoreando la extensión y progresión de la aterosclerosis, especialmente en las arterias carótidas, que suministran sangre al cerebro.
Precisamente, este fue el objetivo de un nuevo estudio, llevado a cabo por investigadores del Mount Sinai Fuster Heart Hospital. En concreto, buscaron determinar el valor predictivo independiente de la carga y la progresión de la aterosclerosis subclínica más allá de lo que se puede predecir utilizando factores de riesgo cardiovascular establecidos.
Esta investigación, publicada en el ´Journal of the American College of Cardiology´, es también la primera en demostrar que las técnicas avanzadas de diagnóstico por imagen pueden detectar la enfermedad aterosclerótica de los grandes vasos mucho antes de que aparezcan los síntomas, un método que podría utilizarse en todo el mundo para prevenir las enfermedades cardiovasculares y el riesgo de muerte. En conjunto, los hallazgos ponen de relieve la importancia de la detección temprana de la aterosclerosis.
"La larga fase asintomática de la enfermedad presenta una ventana de oportunidad que no se ha explotado en la población más joven", afirmó el autor principal, el Dr. Valentin Fuster, presidente del Mount Sinai Fuster Heart Hospital y director general del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares Carlos III (CNIC).
El estudio incluyó a 5.716 adultos estadounidenses asintomáticos con una edad media de 69 años (56,7% mujeres) que fueron examinados entre 2008 y 2009. Los participantes del estudio fueron examinados con dos técnicas de diagnóstico por imagen. Las placas ateroscleróticas en las arterias carótidas se midieron con ecografía vascular, que permite una visualización detallada del interior de los vasos sanguíneos, y la calcificación de las arterias coronarias se evaluó mediante tomografía computarizada.
Un subgrupo de 732 participantes del estudio se sometió a una segunda ecografía vascular más de ocho años después del examen inicial. Se realizó un seguimiento de todos los participantes para determinar la tasa de muerte por cualquier causa, la principal medida de resultados del estudio.
Durante los 12,4 años de seguimiento, 901 (16%) de los participantes fallecieron. La carga de placa carotídea y la calcificación de la arteria coronaria medidas al inicio del estudio se asociaron con la muerte por cualquier causa. Además, la progresión de la aterosclerosis carotídea proporcionó información pronóstica adicional y se asoció de forma independiente con la mortalidad por todas las causas.
"La ecografía vascular es una prueba no invasiva y asequible, y la valiosa información pronóstica que proporciona puede utilizarse para mejorar la estratificación del riesgo y orientar las recomendaciones sobre estilos de vida para el control de los factores de riesgo cardiovascular", indicó, por su parte, el Dr. Borja Ibáñez, director científico del CNIC .
Los resultados del estudio apuntan a que detectar tempranamente la aterosclerosis subclínica y monitorear su progresión puede mejorar la predicción y prevención de la muerte por cualquier causa, ofreciendo una herramienta valiosa para la práctica clínica.