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Las mamografías podrían servir como predictor de enfermedades cardiovasculares 

La calcificación arterial mamaria, localizada, por lo general, a través de mamografías, comienza a considerarse como un biomarcador específico, según el sexo, para la enfermedad cardiovascular aterosclerótica, al ofrecer el potencial de una estratificación de riesgo personalizada.

01/10/2024

La enfermedad cardiovascular (ECV) sigue siendo considerada la principal causa de muerte en mujeres a pesar de los avances significativos en el diagnóstico y tratamientos cardiovasculares. Los retrasos en el diagnóstico y el tratamiento, así como el tratamiento insuficiente, contribuyen a la morbilidad y la mortalidad,  agravado aún más por la escasa ...

La enfermedad cardiovascular (ECV) sigue siendo considerada la principal causa de muerte en mujeres a pesar de los avances significativos en el diagnóstico y tratamientos cardiovasculares. Los retrasos en el diagnóstico y el tratamiento, así como el tratamiento insuficiente, contribuyen a la morbilidad y la mortalidad,  agravado aún más por la escasa representación de las mujeres en los ensayos clínicos cardiovasculares y la falta de herramientas de detección específicas para cada sexo.

En un nuevo estudio, publicado en ´JACC: Advances´, investigadores de la Facultad de Medicina de la Universidad de California en San Diego pudieron constatar que las mamografías pueden servir como predictor de enfermedades cardiovasculares en mujeres, al arrojar datos relativos a la calcificación arterial mamaria.

Biomarcador específico

El estudio retrospectivo revisó casi 20.000 mamografías anónimas para medir la cantidad de calcificación arterial mamaria (BAC), o acumulación de calcio en las arterias de la mama, que históricamente se ha considerado un hallazgo incidental en las mamografías y que ahora puede emplearse como un biomarcador específico según el sexo para la enfermedad cardiovascular aterosclerótica  que ofrece el potencial de una estratificación de riesgo personalizada

La prevalencia de calcificación arterial mamaria aumenta con la edad, presentándose en el 10% de las mujeres a los 40 años, pero hasta en el 50% a los 80 años. En un análisis semicuantitativo utilizando evaluaciones de radiólogos, el alcoholemia de alto grado o grave fue poco frecuente en mujeres más jóvenes, pero se acercó al 14 % a los 70 años de edad.

Los resultados se cuantificaron mediante una puntuación generada por inteligencia artificial y se descubrió que el nivel de alcohol en sangre estaba presente en el 23 % de los casos. El nivel de alcohol en sangre es especialmente predictivo de futuros eventos cardiovasculares entre mujeres más jóvenes. Se postula que la concentración de alcohol en sangre supone la exposición, durante toda la vida, a factores de riesgo relacionados con el endurecimiento arterial, lo que aumenta el riesgo de enfermedad cardiovascular.

Del estudio se desprende, en definitiva, que la medición de dicha calcificación tiene un enorme potencial para la estratificación del riesgo cardiovascular al no ser invasiva ni con coste adicional de radiación, a lo que se suma que muchas mujeres mayores de 40 años ya se someten a una mamografía de detección anual para el cáncer de mama.

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