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Un nuevo fármaco ofrece promesa en el tratamiento de la narcolepsia de tipo 1

Presenta mayor biodisponibilidad y menor toxicidad que sus predecesores, exhibiendo una potente actividad en múltiples modelos animales.

03/10/2024

Investigadores de Takeda Pharmaceuticals han desarrollado un agonista del receptor OX2R de la orexina, que induce el estado de vigilia en monos y mejora la narcolepsia en un modelo murino. En este último la administración oral del compuesto (TAK-861) incrementó el tiempo total de vigilia a una dosis 30 veces ...

Investigadores de Takeda Pharmaceuticals han desarrollado un agonista del receptor OX2R de la orexina, que induce el estado de vigilia en monos y mejora la narcolepsia en un modelo murino. En este último la administración oral del compuesto (TAK-861) incrementó el tiempo total de vigilia a una dosis 30 veces inferior a la requerida en ratones normales, en un efecto consistente con el observado con los compuestos relacionados danavorextón y TAK-994, actualmente en desarrollo clínico. En el análisis hipnográfico de los animales tratados, los científicos constataron la supresión del sueño fragmentado y una sustancial reducción de los episodios de cataplexia en respuesta a un estímulo emocional intenso. 

Haruhide Kimura, director del estudio, afirma que TAK-861 es altamente específico del receptor OX2R, como se demostró en un ensayo in vitro en el que concentraciones elevadas del fármaco indujeron una inhibición de menos del 50% en más de 100 enzimas, canales iónicos y otros receptores. Además, el nuevo compuesto actúa de manera comparable a los ligandos naturales del OX2R, activando vías de señalización similares, asegura el científico. 

Notablemente, TAK-861 mostró una baja capacidad de habituación, manteniendo su eficacia en condiciones de administración subcrónica durante 14 días. Kimura prosigue indicando que aunque danavorextón y TAK-994 han demostrado su eficacia en estudios previos en la narcolepsia de tipo 1, el primero de estos fármacos requiere administración parenteral, debido a su baja biodisponibilidad oral, mientras que el segundo presenta riesgo de toxicidad hepática. TAK-861 salva estas limitaciones sin que ello afecte su actividad farmacológica, concluye el investigador.

 

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