Un estudio internacional, en el que han participado investigadores de los hospitales Sant Joan de Déu y Vall d´Hebrón de Barcelona, ha establecido que la tasa de eliminación urinaria del metotrexato en las 16 horas siguientes a su infusión intravenosa es predictiva de toxicidad renal. En el examen de casi ...
Un estudio internacional, en el que han participado investigadores de los hospitales Sant Joan de Déu y Vall d´Hebrón de Barcelona, ha establecido que la tasa de eliminación urinaria del metotrexato en las 16 horas siguientes a su infusión intravenosa es predictiva de toxicidad renal. En el examen de casi 170 pacientes que recibieron dosis altas del fármaco, los científicos hallaron que la eliminación semimáxima temprana durante este periodo se asocia significativamente a daño renal agudo.
Nicolás Tentoni, investigador de la Universidad de Buenos Aires y director del estudio, afirma que esta conclusión ha sido extraída de múltiples mediciones en un total de 556 dosificaciones del fármaco. La asociación hallada se mantuvo consistente incluso al considerar factores demográficos, dosis y duración de la infusión y tasa basal estimada de filtración glomerular, asegura el científico.
Tentoni prosigue indicando que aunque las dosis elevadas de metotrexato ofrecen beneficio en pacientes con algunos tipos de cánceres hematológicos u osteosarcoma, su uso está limitado por el riesgo de toxicidad renal aguda, la cual resulta en un retraso en la eliminación del fármaco, lo que a su vez propicia otras toxicidades asociadas a su retención en el organismo. Los hallazgos podrían tener implicaciones clínicas, ya que las actuales directrices para tratar este tipo de toxicidad recomiendan la administración del fármaco de rescate glucarpidasa entre las 48 y 60 horas siguientes. La intervención en este periodo sería inapropiada para la prevención de daño permanente, cuando la toxicidad tiene lugar en la fase temprana de la infusión, concluye Tentoni.