Científicos de múltiples centros chinos han descubierto que el gen ADGRG1 se expresa en hasta el 75% de los linfocitos T CD8+ citotóxicos que responden activamente frente a los blastos de la leucemia mieloide aguda. Este rasgo resultó ser casi exclusivo de esta población inmunitaria, asociándose a menor diversidad del ...
Científicos de múltiples centros chinos han descubierto que el gen ADGRG1 se expresa en hasta el 75% de los linfocitos T CD8+ citotóxicos que responden activamente frente a los blastos de la leucemia mieloide aguda. Este rasgo resultó ser casi exclusivo de esta población inmunitaria, asociándose a menor diversidad del receptor que reconoce el antígeno tumoral y a mayor expansión clonal. Estos linfocitos exhibieron niveles marginales de reconocidos marcadores de agotamiento inmunológico y, en cambio, mayor expresión de marcadores asociados a su función efectora, tales como el interferón-gamma, S1PR5, y CD81.
Jianxiang Wang, investigador de la Academia China de Ciencias Médicas y codirector del estudio. afirma que de los datos derivados de muestras de pacientes y de un modelo animal se desprende que los linfocitos T CD8+ ADGRG1+ representan una subpoblación de células de memoria inmunológica efectoras, cuyo potencial ya había sido recientemente puesto de manifiesto en un estudio en el que estas células, contenidas en la preparación para el trasplante de médula, exhibieron aloreactividad y citotoxicidad frente a las células leucémicas del paciente.
Esta potenciada capacidad citotóxica pudo ser sustanciada en el actual estudio, en cultivos mixtos con diferentes poblaciones de linfocitos T y células leucémicas, en los que los niveles residuales de estas últimas fueron significativamente menores con linfocitos ADGRG1+. Wang subraya la relevancia de los hallazgos aludiendo a la baja eficacia de la inmunoterapia y de la terapia celular adoptiva en este tipo de leucemia, lo que impone la necesidad de optimización. Ésta podría ser conseguida mediante el enriquecimiento de las preparaciones con linfocitos altamente reactivos, como los ahora identificados, concluye el investigador.