Un compuesto fitoterapéutico combate la aterosclerosis con efectividad similar a la de la atorvastatina
Un estudio realizado en un modelo animal pone de manifiesto las múltiples actividades de la tetrandrina en la enfermedad inducida por una dieta rica en colesterol.
Científicos de la Universidad de Alejandría han establecido que la suplementación diaria del alcaloide vegetal tetrandrina previene muchos de los efectos deletéreos asociados a la combinación de dieta rica en grasas y vitamina D3. Aplicada durante 22 días en animales que ya presentaban dislipidemia, la suplementación redujo los niveles circulantes ...
Científicos de la Universidad de Alejandría han establecido que la suplementación diaria del alcaloide vegetal tetrandrina previene muchos de los efectos deletéreos asociados a la combinación de dieta rica en grasas y vitamina D3. Aplicada durante 22 días en animales que ya presentaban dislipidemia, la suplementación redujo los niveles circulantes de las citoquinas proinflamatorias TNF-alfa e IL-6 y del colesterol LDL, a niveles comparables a los obtenidos con el tratamiento con atorvastatina. Ambas intervenciones redujeron similarmente los niveles de malondialdehído hepático, un marcador de peroxidación lipídica asociad al daño oxidativo, elevando a su vez la producción de la molécula antioxidante glutatión en este órgano.
Yasmin El-Zouka, directora del estudio, afirma que tanto la tetrandrina como la atorvastatina indujeron la regulación diferencial de las proteínas Wnt5a y ABCA1 en la aorta. La investigadora prosigue indicando que la perturbación de la vía de señalización Wnt5a es común denominador a múltiples patologías inflamatorias, incluyendo la aterosclerosis, en la que los niveles de Wnt5a en la placa aumentan. A través de una interacción con un intermediario molecular, Wnt5a inhibe la actividad de ABCA1, cuya función fisiológica es reconducir el colesterol intracelular al exterior.
Notablemente, incluso la dosis más baja de tetrandrina también previno las alteraciones histopatológicas causadas por la dieta en la aorta, reduciendo al 30% la extensión del ateroma, así como el número de lesiones y la incidencia de necrosis, con una leve mejora del grosor de la túnica media. El-Zouka concluye indicando que se requieren estudios adicionales de seguridad para establecer la viabilidad clínica de la terapia con tetrandrina.
