¿Qué pacientes con dolor se benefician de la terapia a largo plazo con relajantes musculares?
Una revisión sistemática de múltiples ensayos aleatorizados identifica los tipos de dolor crónico en los que este grupo de fármacos muestra mayor eficacia.
Científicos de diversos centros estadounidenses han examinado el valor de los relajantes del músculo esquelético (RME) en pacientes con diversos tipos de dolor crónico, hallando que la eficacia de este grupo de fármacos es mayor en el tratamiento de la neuralgia del trigémino, del dolor cervical y de los calambres ...
Científicos de diversos centros estadounidenses han examinado el valor de los relajantes del músculo esquelético (RME) en pacientes con diversos tipos de dolor crónico, hallando que la eficacia de este grupo de fármacos es mayor en el tratamiento de la neuralgia del trigémino, del dolor cervical y de los calambres dolorosos. En contraste, su impacto sobre la fibromialgia, el dolor lumbar y otros síndromes, tales como la artrosis o el dolor neuropático, fue similar al del placebo.
Estas conclusiones surgen del análisis de 30 ensayos aleatorizados y 14 estudios de cohortes, con alrededor de 2500 pacientes tratados con nueve fármacos. Jessica Merlin, investigadora de la Universidad de Pittsburgh y directora del estudio, afirma que los RME de acción central incluyen tanto medicaciones antiespasmódicas como antiespásticas, tales como baclofén, carisoprodol, clorzoxazona, ciclobenzaprina, metaxalona, metocarbamol, orfenadrina y tizanidina. Estos fármacos deben ser usados con precaución, debido al riesgo de efectos adversos sobre el sistema nervioso central, especialmente en combinación con otros fármacos que también actúan centralmente.
Este riesgo, sumado a la ausencia de datos relativos a la eficacia a largo plazo, hace que el tiempo recomendado de tratamiento se sitúe entre las dos y las tres semanas, señala la científica. Sin embargo, tanto las prescripciones de estos fármacos como las visitas para renovarlas se ha multiplicado en el periodo comprendido entre los años 2005 y 2016, lo que indicaría que los tiempos de tratamiento se están prolongando. Merlin concluye indicando que el actual estudio constituye la primera revisión sistemática después del periodo indicado, en pacientes tratados durante al menos 4 semanas.
