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El ejercicio y la dieta producen efectos terapéuticos significativos en la salud del hígado

La obesidad es uno de los factores de riesgo más importantes para el desarrollo de enfermedad hepática esteatósica asociada a disfunción metabólica. En el abordaje y tratamiento de la patología, la dieta y el ejercicio deben figurar en primera línea terapéutica, según recomendaciones desprendidas de recientes investigaciones.

14/10/2024

La enfermedad hepática esteatósica asociada a disfunción metabólica (MASLD), conocida también como enfermedad del hígado graso no alcohólico afecta a casi el 30 % de la población mundial.   Hay evidencia científica de la estrecha relación de la MASLD con la obesidad, la diabetes tipo 2  y la resistencia a la insulina, además de con ...

La enfermedad hepática esteatósica asociada a disfunción metabólica (MASLD), conocida también como enfermedad del hígado graso no alcohólico afecta a casi el 30 % de la población mundial.  

Hay evidencia científica de la estrecha relación de la MASLD con la obesidad, la diabetes tipo 2  y la resistencia a la insulina, además de con el riesgo de mortalidad relacionada con enfermedades cardiovasculares y por todas las causas.  Si bien los cambios en el estilo de vida pueden mejorar la MASLD, los mecanismos metabólicos que contribuyen a estas mejoras no se conocen lo suficiente. 

Un aspecto central de la patogénesis de la MASLD es la sobrenutrición crónica debido a que la grasa hepática se acumula a consecuencia del  exceso de flujo de nutrientes proveniente del tejido adiposo (60%) y de fuentes dietéticas (15% de lípidos y 25% de lipogénesis de novo impulsada por carbohidratos ).  Ello provoca que haya una sobrecarga de las capacidades oxidativas, de almacenamiento y secretoras hepáticas, lo que se traduce en lipotoxicidad.

Primeras líneas de tratamiento

Frente a este escenario se sabe que la dieta y el ejercicio se incluyen entre las primeras líneas de tratamiento para la enfermedad hepática, coincidiendo con los resultados de un reciente estudio que en este terreno ha realizado la Facultad de Medicina de la Universidad de Missouri (EEUU). Según sus autores, "es el primero en examinar el impacto de la dieta y el ejercicio en la salud del hígado y confirmar la recuperación del órgano mediante imágenes y biopsias diagnósticas. Estas técnicas permiten medir la inflamación del hígado, la acumulación de grasa, el desarrollo de fibrosis y otros indicadores de la salud del hígado".

"Otros estudios investigaron el impacto de la dieta o el ejercicio en el hígado, no ambos", explicó, al respecto, la autora del estudio, Elizabeth Parks, profesora de Nutrición y Fisiología del Ejercicio. "Además, estudios similares fueron solo de observación, pero en Mizzou, tenemos tecnología para imágenes metabólicas que puede brindar datos detallados sobre la enfermedad hepática".

Como se recoge en el trabajo publicado en ´Journal of Hepatology´, un total de 24 pacientes con esteatohepatitis asociada a disfunción metabólica fueron repartidos en dos grupos. Uno siguió una dieta restringida y un programa de ejercicios de entrenamiento en intervalos de alta intensidad durante 10 meses. Mejoraron drásticamente su salud hepática en comparación con el grupo de control de pacientes que recibieron el tratamiento estándar.

Los pacientes tratados perdieron entre 13 y 22 libras y aumentaron su masa muscular, mientras que el grupo de control perdió entre 0 y 9 libras. El consumo máximo de oxígeno, considerado un indicador de la salud cardiovascular y la capacidad para hacer ejercicio, fue mucho mayor en promedio para el grupo de tratamiento en comparación con el grupo de control. La sensibilidad a la insulina, que mide la eficacia con la que las células convierten la glucosa en energía, también aumentó en los pacientes tratados.

"Sabemos que la dieta y el ejercicio pueden aliviar estas afecciones de salud. La enfermedad hepática está aumentando demasiado rápido. Pudimos demostrar en nuestra investigación que la dieta y el ejercicio deberían ser los pilares del tratamiento de la enfermedad", concluyó la prof. Parks.

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