La densitometría ósea, que actualmente es el método más utilizado para evaluar el riesgo de fractura, tiene ciertas limitaciones. Es un examen que requiere mucho tiempo y equipos costosos, por lo que no está al alcance de todos los médicos. Es por ello que investigadores de la Universidad de Uppsala ...
La densitometría ósea, que actualmente es el método más utilizado para evaluar el riesgo de fractura, tiene ciertas limitaciones. Es un examen que requiere mucho tiempo y equipos costosos, por lo que no está al alcance de todos los médicos. Es por ello que investigadores de la Universidad de Uppsala (Suecia) han desarrollado un modelo clínico que permite predecir con precisión el riesgo de fractura de cadera en personas mayores.
El nuevo estudio parte de datos de registros recopilados de toda la población sueca. Durante cinco años, los investigadores siguieron a todas las personas residentes que tenían al menos 50 años de edad para identificar los factores que aumentaban el riesgo de fracturas de cadera. El modelo se basa en variables que son más fáciles de recopilar en entornos clínicos, como diagnósticos y tratamientos médicos. Esto permite al personal sanitario realizar evaluaciones de riesgo sin necesidad de acceder a equipos de densitometría ósea.
"El resultado más sorprendente fue que pudimos predecir con tanta precisión las fracturas de cadera sin tener en cuenta la densidad ósea, que tradicionalmente ha sido un factor importante. Esto significa que se puede identificar a más personas a tiempo y ofrecerles un tratamiento preventivo", explicó el prof. Peter Nordström, catedrático y médico consultor que dirige el grupo de investigación.
El modelo de investigación se basa en 19 variables, siendo los predictores más importantes, aparte de la edad avanzada, el uso de servicios de ayuda a domicilio y diagnósticos como la enfermedad de Parkinson y la demencia. El modelo mostró que las mujeres con servicios de ayuda a domicilio tenían un riesgo de sufrir una fractura de cadera a 5 años de casi el 8%, mientras que en el caso de los hombres era del 5%.
"Una de las conclusiones clave del estudio es que la fragilidad es un fuerte indicador de fracturas de cadera. Nos ayuda a ver que no se trata solo de la densidad ósea, sino de la situación de salud general de cada individuo", señaló Anna Nordström, una de las investigadoras del estudio.
De esta forma, los investigadores pudieron establecer un umbral de riesgo para considerar cuándo se debe considerar el tratamiento con medicamentos para fortalecer los huesos. "Si una persona tiene un riesgo de fractura de cadera del 3 por ciento o más en un plazo de cinco años, la medicación preventiva puede ser beneficiosa", afirmó el prof. Nordström.