Una infección persistente podría explicar por qué algunas personas experimentan síntomas prolongados de COVID, según un nuevo estudio dirigido por investigadores del Brigham and Women´s Hospital de Boston (EEUU) . El equipo encontró evidencia de infección persistente en el 43 por ciento de los participantes con síntomas cardiopulmonares, musculoesqueléticos o ...
Una infección persistente podría explicar por qué algunas personas experimentan síntomas prolongados de COVID, según un nuevo estudio dirigido por investigadores del Brigham and Women´s Hospital de Boston (EEUU) . El equipo encontró evidencia de infección persistente en el 43 por ciento de los participantes con síntomas cardiopulmonares, musculoesqueléticos o neurológicos de COVID persistente.
El estudio, publicado en la revista ´Clinical Microbiology and Infection´ analizó 1.569 muestras de sangre extraídas de 706 personas, incluidos 392 participantes de la Iniciativa de Investigación de COVID para Mejorar la Recuperación (RECOVER), apoyada por los Institutos Nacionales de Salud, que previamente habían dado positivo en una prueba de infección por COVID. Con una prueba de alta sensibilidad que desarrollaron, los investigadores buscaron proteínas totales y parciales del virus SARS-CoV-2. También analizaron datos de los síntomas prolongados de COVID de los participantes, utilizando información de historias clínicas electrónicas o encuestas que se recopilaron al mismo tiempo que se extraían las muestras de sangre.
En comparación con las personas que no informaron síntomas prolongados de COVID, quienes presentaron síntomas persistentes en muchos sistemas orgánicos tenían aproximadamente el doble de probabilidades de tener proteínas del SARS-CoV-2 circulando en la sangre.
El equipo de investigación pudo detectar la proteína de pico y otros componentes del virus SARS-CoV-2 utilizando Simoa, una prueba ultrasensible para detectar moléculas individuales. Los síntomas prolongados de COVID que se informaron con frecuencia incluyeron fatiga, confusión mental, dolor muscular, dolor en las articulaciones, dolor de espalda, dolor de cabeza, alteración del sueño, pérdida del olfato o del gusto y síntomas gastrointestinales.
En concreto, el 43% de las personas con síntomas de COVID persistente, que afectaban a tres sistemas principales del organismo, incluidos el cardiopulmonar, el musculoesquelético y el neurológico, dieron positivo en la prueba de proteínas virales entre 1 y 14 meses después de su prueba positiva de COVID. Pero solo el 21% de los que no informaron ningún síntoma prolongado de COVID dieron positivo en la prueba de biomarcadores del SARS-CoV-2 en este mismo período.
"Si podemos identificar un subconjunto de personas que tienen síntomas virales persistentes debido a un reservorio de virus en el cuerpo, podremos tratarlos con antivirales para aliviar sus síntomas", indicó la autora principal, la prof. Zoe Swank, investigadora postdoctoral en el Departamento de Patología del Brigham and Women´s Hospital.
"Aún hay mucho que no sabemos sobre cómo afecta este virus a las personas", a juicio del prof.David C. Goff, director sénior del programa científico del Comité Directivo del Consorcio Observacional RECOVER y director de la División de Ciencias Cardiovasculares del Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI), parte del NIH. "Este tipo de estudios son fundamentales para ayudar a los investigadores a comprender mejor los mecanismos subyacentes a la COVID prolongada, lo que nos ayudará a acercarnos a la identificación de los objetivos adecuados para el tratamiento", concluyó dicho experto.