La pandemia gemela ya está aquí: obesidad y diabetes. Leigh Perreault (Colorado, USA) reflexionó en el 65º Congreso de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) sobre este problema, con la moderación de Alberto Fernández (Madrid) y Jessica Ares (Avilés). "La obesidad y la diabetes tipo 2 son gemelos. ...
La pandemia gemela ya está aquí: obesidad y diabetes. Leigh Perreault (Colorado, USA) reflexionó en el 65º Congreso de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) sobre este problema, con la moderación de Alberto Fernández (Madrid) y Jessica Ares (Avilés). "La obesidad y la diabetes tipo 2 son gemelos. Aquellos de nosotros que vemos pacientes, que vemos a estas personas con obesidad y diabetes tipo 2 que vienen a nuestras clínicas, creo que nos sentimos como ese nuevo padre con gemelos, un poco abrumados", afirmó. Las estimaciones más recientes en los Estados Unidos indican que aproximadamente el 70 % de los adultos padece sobrepeso u obesidad. Su pregunta fue cómo están afectando en España. Según un registro mundial, aproximadamente el 45 % de las mujeres y alrededor del 60 % de los hombres padecen sobrepeso u obesidad. "Éste es un dato interesante que tiene una asociación más estrecha con la diabetes, e incluso que en los Estados Unidos, el país que tiene una mayor prevalencia de sobrepeso y obesidad y una menor prevalencia de diabetes, con sólo un 11,6 %", reflexionó. Sopesó que España lidera el ranking europeo como el país con la mayor prevalencia de diabetes.
Le resultó curioso que aquí haya más diabetes tipo 1. Dudó si puede haber una predisposición étnica a la diabetes, "lo que potencialmente podría tener un IMC aún más bajo". Hizo hincapié en que "la obesidad y la diabetes están claramente unidas. Son termitas". Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos han estado rastreando la prevalencia de la diabetes desde 1960. Crean mapas que muestran la prevalencia de la obesidad y la diabetes en dicho país. Allí, la obesidad a menudo coexiste sin diabetes. Pero, "es poco común que la diabetes exista sin obesidad". Reconoció que le preguntó a ChatGPT qué es lo que realmente hay sobre la obesidad y la diabetes en España. Consideró que las respuestas son un poco confusas.
La diabetes se define por la hipoglucemia y ésta es el resultado de una mayor resistencia a la insulina y una disminución de la función basal. ¿Qué hacemos cuando un paciente entra en nuestra consulta? "Lo primero que hacemos es tratar de mejorar su denominada diabetes, definida por la hipoglucemia. Tratamos de reducir su glucosa y la hipoglucemia. Y realmente ésos han sido nuestros principales puntos de referencia de atención durante muchos años", contó. Al reducirlas, se previenen las complicaciones microvasculares. Y está lo que se denomina el ABC de la diabetes: control de la presión arterial y del colesterol. Recordó que sólo alrededor del 10 al 20 % de los pacientes con diabetes tipo 2 realmente tiene sólo hipoglucemia aislada. Para poder tener un enfoque centrado en la glucosa, hay que usar la hipoglucemia como punto de referencia.
Acto seguido, cuestionó por qué no abordar la resistencia a la insulina, particularmente, abordando la obesidad. "Al abordar la obesidad, tal vez podamos reducir las incidencias y, por lo tanto, disminuir la hipoglucemia", apuntó. Es una manera de abordar la causa raíz de la diabetes argumentando que es la obesidad. Repitió que se trata de la causa raíz. Citó un artículo que busca mejorar la diabetes mediante la reducción y el tratamiento de la obesidad. Lamentó que "esto no es algo que hayamos hecho históricamente como médicos, al menos no durante mi vida, no durante mi tiempo profesional". Opinó asimismo que el peso y la altura deberían ser objetivos coprimarios en el tratamiento de la diabetes tipo 2.Hay medicamentos que pueden, de hecho, reducir la glucosa, pero también reducir el riesgo de eventos cardiovasculares adversos importantes, hospitalización por insuficiencia cardíaca y progresión de la enfermedad renal crónica. "Si tenemos pacientes que tienen esas comorbilidades, deberíamos utilizar ciertos agentes que pueden reducir, por ejemplo, el riesgo de cáncer de mama o eventos en esas diferentes categorías", valoró. La buena noticia es que la mayoría de las personas con diabetes no tiene esas comorbilidades.
Razonó que es "maravilloso" que ahora "el control del peso se reconozca como un criterio de valoración principal en la gestión de las personas con diabetes". No importe quién acuda a consulta. La persona en cuestión puede ser tratada. "Podemos revertir la enfermedad. Podemos prevenir la enfermedad en cualquier etapa. Así que ahora es su trabajo establecer su objetivo y el de sus pacientes y decidir con ellos cuáles son sus objetivos, porque puede lograr que tengan un peso normal", aseguró. Es decir, hacer un abordaje global. El debate ahora se encuentra en a quién financiar los medicamentos dirigidos a la obesidad. En Estados Unidos, hay cardiólogos que abogan para que la prioridad sea para las personas con enfermedades cardíacas. Otros, para las personas que no tienen enfermedades, y así poder prevenirlas. Y otros, para su uso en personas que ya hayan respondido a ellos. Se percibe ya una "respuesta increíble a algunos de estos nuevos y altamente efectivos medicamentos antidiabéticos". Criticó que, por alguna razón, el paciente pierde el acceso a ellos y recupera su peso. Se mostró partidaria de la prevención de enfermedades y deseó que, a medida que más y más medicamentos entren en el mercado, el precio baje y aumente su accesibilidad.