La disfagia está considerada la afección más común entre adultos mayores y personas con ciertas afecciones de salud, incluidos pacientes con accidente cerebrovascular y aquellos con demencia. Los afectados por este trastorno suelen tener que modificar su dieta para que tragar sea más fácil y seguro, ingiriendo alimentos en puré, ...
La disfagia está considerada la afección más común entre adultos mayores y personas con ciertas afecciones de salud, incluidos pacientes con accidente cerebrovascular y aquellos con demencia. Los afectados por este trastorno suelen tener que modificar su dieta para que tragar sea más fácil y seguro, ingiriendo alimentos en puré, líquidos espesos o alimentos blandos. Sin embargo, los alimentos en puré pueden resultar insípidos y poco apetitosos en cuanto a sabor y textura, y carecer de variedad y densidad nutricional. De ahí que un equipo internacional de académicos dirigido por la Unviersidad del Oeste de Inglaterra Bristol (UWE Bristol) se ha convertido en el primero en utilizar una impresora de alimentos 3D basada en extrusión para producir comidas con múltiples ingredientes, nutricionalmente equilibradas y visualmente atractivas que son seguras para tragar y digerir.
"Como investigadores, tratamos de resolver problemas de la vida real y la disfagia es uno de ellos muy importante. Es un problema creciente debido al envejecimiento de la población y se convertirá en una carga sanitaria cada vez mayor. Por ello, este estudio destaca la importancia de reunir conocimientos multidisciplinarios, en este caso sobre ciencia alimentaria, fabricación aditiva y dietética/nutrición, para desarrollar soluciones novedosas para problemas del mundo real", explicó el Dr. Alexandros Stratakos, profesor asociado de Producción Agroalimentaria Sostenible en la Universidad de Bristol e impulsor de esta idea.
Diferentes combinaciones
Las investigaciones anteriores sobre alimentos impresos en 3D adecuados para la disfagia se han centrado en comidas con solo uno o un número reducido de ingredientes y han prestado menos atención al perfil nutricional de los alimentos. Sin embargo, el producto alimenticio diseñado por este equipo de investigación parece ser "más nutritivo, agradable al paladar y rico en calorías", según sus autores.
Las comidas producidas para la investigación se desarrollaron junto con nutricionistas clínicos para garantizar que fueran platos completos, ricos en nutrientes y con múltiples ingredientes adecuados para personas con disfagia. Para ello, experimentaron probando diferentes combinaciones novedosas de espesantes y agentes gelificantes de grado alimenticio hasta que identificaron una formulación óptima que proporcionaba una textura y una viscosidad adecuadas para personas con disfagia.
Para elaborar la comida, los investigadores añadieron ingredientes a cartuchos que se colocaron dentro de la impresora 3D. Cuando se enciende la máquina, los ingredientes se extruyen como "tinta" a través de boquillas sobre una placa. Se depositan capas de "tinta" sobre la superficie de la placa en una forma preprogramada y luego se añaden varias capas para construir un objeto tridimensional. Las comidas se pueden producir rápidamente (aproximadamente 20 minutos) e imprimir en una variedad de patrones y formas atractivos.
Los problemas para tragar afectan a aproximadamente la mitad de los supervivientes de un ictus. Puede ser peligroso, ya que hace que los alimentos "ingieran por el camino equivocado", lo que puede provocar atragantamiento o infecciones pulmonares. Por lo tanto, la seguridad es una preocupación primordial, pero ofrecer comidas saludables y sabrosas también es importante para estos investigadores.
"Con nuestros alimentos impresos en 3D, hay un riesgo significativamente menor de que las partículas de comida se queden atascadas en la garganta o el esófago, lo que puede ser muy problemático para las personas con disfagia. Requiere menos masticación y tiene una estructura especialmente formulada que brinda un mayor control de la comida a la persona con disfagia", según concluyó el Dr. Stratakos.
El equipo académico espera ahora conseguir financiación para llevar a cabo un ensayo clínico y avanzar en la posible introducción de impresoras de alimentos en 3D en residencias de ancianos y hospitales para permitir que se produzcan alimentos en el lugar y que los pacientes se beneficien de ellos.
(Imagen: UW Bristol).