Científicos de la Universidad China de Hong Kong han descubierto que el canal iónico TRPV2 se expresa a mayores niveles en líneas celulares de cáncer de mama, en comparación con células epiteliales normales del mismo órgano. Adicionalmente, el grado de expresión en las células tumorales se correlacionó con el potencial ...
Científicos de la Universidad China de Hong Kong han descubierto que el canal iónico TRPV2 se expresa a mayores niveles en líneas celulares de cáncer de mama, en comparación con células epiteliales normales del mismo órgano. Adicionalmente, el grado de expresión en las células tumorales se correlacionó con el potencial metastásico de las mismas. El valor clínico de estas observaciones pudo ser sustanciado en el examen histológico de muestras de pacientes, en las que la expresión de TRPV2 en el estadio III de la enfermedad fue mayor que en los estadios I y II, lo que adjudicaría a esta molécula potencial como biomarcador de progresión. En ulteriores experimentos los investigadores demostraron que el silenciado de la expresión de TRPV2 mediante un ARN de interferencia suprime la proliferación, migración e invasividad de las células cancerosas, poniendo de manifiesto el papel oncogénico de este canal iónico.
Así lo afirma Wing Tak Wong, codirector del estudio, quien prosigue indicando que el silenciado de TRPV2 también tuvo impacto sobre la homeostasis del calcio en las células tumorales, factor que ya había sido descrito como contribuidor a la progresión del cáncer. Los científicos también hallaron que TRPV2 promueve la autofagia en las células tumorales, proceso de reciclado molecular que previene la depleción de sustratos esenciales para la supervivencia del tumor. Esta observación fue corroborada en modelos animales de cáncer de mama, en los que el silenciado o la sobreexpresión de TRPV2 tuvieron los efectos esperados sobre el crecimiento tumoral, afectando correspondientemente la expresión de moléculas clave en la autofagia. La actual evidencia sugiere que TRPV2 ofrece potencial como diana terapéutica en el cáncer de mama, concluye Wong.