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Congreso SEORL-CCC: "Es importante empezar a hablar de Menières en plural"

En el marco del 75 Congreso Nacional de SEORL-CCC, los doctores Jonathan Esteban y Eduardo Martín ofrecieron una ponencia para abordar los retos diagnósticos y terapéuticos en Menière Complejo. Durante la ponencia, incidieron en la importancia de realizar pruebas vestibulares para apoyar un diagnóstico u otro en diferentes momentos de la evolución y en la necesidad de realizar un seguimiento del paciente marcándole una expectativas realistas.

28/10/2024

Los doctores Jonathan Esteban Sánchez y Eduardo Martín Sanz del Hospital Universitario de Getafe ofrecieron el 24 de octubre una ponencia en el Congreso Nacional de la SEORL-CCC titulada `Retos diagnósticos y terapéuticos en Menière Complejo´. Durante su intervención, abordaron las complejidades y ventajas de las diferentes herramientas disponibles para ...

Los doctores Jonathan Esteban Sánchez y Eduardo Martín Sanz del Hospital Universitario de Getafe ofrecieron el 24 de octubre una ponencia en el Congreso Nacional de la SEORL-CCC titulada `Retos diagnósticos y terapéuticos en Menière Complejo´. Durante su intervención, abordaron las complejidades y ventajas de las diferentes herramientas disponibles para la detección de esta enfermedad, así como los diversos tratamientos actuales que pueden utilizarse para los diferentes casos de pacientes. Por otra parte, los especialistas subrayaron la necesidad de definir qué se considera un éxito terapéutico en el tratamiento, con el fin de comunicar de forma efectiva las expectativas realistas que deben tener los pacientes.

Diagnóstico de Menière Complejo

Para poder hablar sobre Menière Complejo es necesario tener en cuenta que existe una etiología no claramente conocida y que se trata de una enfermedad cuyo curso puede ser impredecible. "Criterios diagnósticos ha habido muchos. Clasificaciones ha habido muchas. ¿Son necesarias? Sí, para poder hablar el mismo idioma. Y cuando hablamos de una publicación terminada, de unos criterios terminados, todo se vuelve más sencillo, hablamos de la misma patología. Pero básicamente se reduce siempre entre confrontaciones entre familias japonesas y americanas", recordó Esteban Sánchez. En la conferencia, destacó algunas líneas de investigación con especial énfasis en la clasificación realizada en 2021 por Japón, ya que rescata la división entre el Menière atípico coclear o vestibular "porque cuántas veces tenemos pacientes que estamos convencidos que es una enfermedad de Menière, pero por no tener esa hipoacusia no lo podemos catalogar. O al revés, tenemos pacientes que sí tienen hipoacusia, pero no desarrollan el vértigo", reconoció. 

Siguiendo esta línea, el Dr. Esteban Sánchez destacó las herramientas disponibles para el diagnóstico del Menière Complejo y los inconvenientes o contrariedades que presentan, como, por ejemplo, es el caso de la historia clínica en relación a los pacientes que no cuentan con un síndrome completo. El especialista afirmó: "tenemos pacientes con un síndrome incompleto, lo que llamamos un Menière atípico. La hipoacusia a veces es súbita, a veces es fluctuante, a veces es progresiva, no siempre son frecuencias graves, y es que está descrito que hasta el 20% pueden tardar 5 años en desarrollar el síndrome completo, y el 10% de la gente está hasta 10 años sin tenerlo".  De la misma forma, atendiendo a una exploración física, el doctor avisó que durante la crisis puede ser que el paciente no tenga nada o presente un estado muy negativo y entre crisis no se verá nada, con lo que no resulta del todo útil, aunque sea muy completa.

Como herramientas complementarias, el Dr. Jonathan Esteban destacó que para apoyar un diagnóstico u otro, en distintos momentos de la evaluación, pueden ser muy útiles las pruebas vestibulares (VIN, VEMP, vHIT o calóricas). Por una parte, el VEMP puede ser muy práctico en las fases iniciales, aunque no es útil en el seguimiento ni en valorar la respuesta al tratamiento. Por otra parte, presentó que "un elemento que utilizamos habitualmente en nuestra clínica como parte de la exploración es el VIN. Y es que este desenmascara el desequilibrio en la información vestibular y es mucho más sencillo que el vHIT que es en fase avanzada de la enfermedad cuando empieza a ser patológico".

También destacó la electrococleografía como una forma de medir el hydrops que sí se relaciona con el tiempo de evolución de la enfermedad, con el estadio audiométrico, con la posible respuesta a los corticoides y no con otros resultados de pruebas calóricas o rotatorias. Por último, el doctor se centró en la resonancia magnética con 3 Tesla para diagnosticar el hydrops in vivo y conocer las áreas afectadas y su repercusión en la clínica. 

Terminó resaltando la importancia de hablar de Menieres y no de Menier, ya que existen muchos tipos de pacientes con diferentes necesidades. "¿Cuáles son los puntos clave de estos tips para el diagnóstico? Lo primero es necesario conocer las diferentes clasificaciones y en función de la que sea, se pueden utilizar algunas pruebas u otras. Para apoyar el diagnóstico, también se puede hacer uso de las pruebas complementarias y sobre todo, poner la atención en la evolución. Además, es importante hablar de Menières en plural. No dejo de recordar lo de Menieres vs Menier. No tenemos que tratar a todo el mundo por igual y es importante acordarse de los dos subgrupos de pacientes particulares con su tratamiento que son los ancianos y los niños", finalizó el Dr. Jonathan Esteban.

Abordaje del tratamiento de Menière complejo

El Dr. Eduardo Martín Sanz fue el encargado de profundizar sobre los retos que se plantean con el tratamiento del Menière Complejo, con los que se pretende conseguir una reducción de los síntomas de las crisis de vértigo, así como del número e intensidad de estos y un fomento de la compensación vestibular. "Es importante saber a lo que llamamos éxito para nosotros y para cuando revisamos la literatura de una forma crítica", reconoció el doctor y prosiguió realizando una clasificación sobre los diferentes controles de la enfermedad. En primer lugar, un control en la categoría A sería total. En segundo lugar, un control significativo sería un paciente que ha pasado de tener 20 episodios de vértigo a tener 2 o 3, que es un resultado muy óptimo. Si el control es leve sería una categoría C y el último nivel sería que se hubiese producido incluso un empeoramiento. 

"Es una enfermedad muy compleja con muchas variables y es importante ser muy metódico; cada 3 meses, es importante realizar un seguimiento a través de una revisión presencial o incluso telefónica. Basta con preguntar al paciente cómo se encuentra, si ha tenido crisis de vértigo, caídas, cómo va su ruido…", así, el especialista confirmó que se optimiza al paciente el manejo de la enfermedad y se puede llevar a cabo un correcto seguimiento para valorar si se mantiene el tratamiento, cómo está siendo la progresión de este y si se produce su retirada.  

Durante la ponencia, el Dr. Eduardo Martin expuso un caso práctico de un hipotético paciente que a los tres meses del tratamiento seguía con el mismo número de crisis de vértigo para recordar que frente a los no respondedores siempre es importante intentar una segunda tanda de corticoides antes de pasar a la gentamicina, aunque se utiliza con mucha frecuencia, ya que es un daño vestibular. "Hay que tener mucho cuidado porque intentar la segunda etapa con corticoides puede resolver este escenario", avisa. Una vez que se produce el paso hacia utilizar la gentamicina, recomienda pasar a una periodicidad mensual, ya que su efecto máximo se produce en este periodo de tiempo. El Dr. Eduardo Martin concluyó indicando que la terapia intratimpánica solo debe reservarse para casos diagnosticados refractarios de tratamiento y "la ablación de la función vestibular debería considerarse como última medida".

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